La llegada a La Paz de líderes que se habían mantenido distantes de Bolivia durante los casi 20 años de Gobiernos del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) marca el giro que comienza este sábado con la investidura del centrista Rodrigo Paz Pereira, cuyo acercamiento a países como EE.UU. proyecta una recomposición diplomática de alto nivel.
El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, destacó el inicio de un nuevo ciclo con Bolivia tras llegar este viernes para la investidura de Paz y afirmar que es el viaje “más emotivo” de su carrera. Está previsto que se reúna con el presidente electo “para dialogar sobre el nuevo comienzo de las relaciones bilaterales”.
Paz Pereira viajó la semana pasada a Washington para reunirse con el secretario de Estado, Marco Rubio, y con organismos multilaterales en busca de asegurar la provisión de combustibles y la disponibilidad de dólares para enfrentar la crisis económica.
El mandatario electo ha reiterado su voluntad de restablecer plenamente las relaciones con los Estados Unidos, reducidas desde 2008 al rango de encargados de Negocios después de que el entonces presidente Evo Morales (2006-2019) expulsara al embajador Philip Goldberg.
LOS NUEVOS VÍNCULOS CON LA ARGENTINA Y CHILE
Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), asume este sábado la Presidencia de Bolivia tras imponerse en la inédita segunda vuelta del pasado 19 de octubre frente al expresidente derechista Jorge “Tuto” Quiroga, de la alianza Libre.
A la investidura asiste el presidente de la Argentina, Javier Milei, uno de los primeros en felicitar a Paz tras su victoria y quien aseguró que “Bolivia va a ingresar nuevamente al mundo libre”, finalizando su mensaje en redes sociales con su consabida arenga “Viva la libertad carajo...!!!”.
Bolivia comparte con la Argentina 742 kilómetros de frontera, en la zona limítrofe con las provincias de Jujuy y Salta.
Milei, muy cercano al presidente de EE.UU., Donald Trump, mantuvo una relación distante con Bolivia por sus diferencias ideológicas con el Gobierno de Luis Arce y por sus críticas al expresidente Evo Morales.
Paz Pereira, por su parte, correspondió el gesto de Milei al felicitarlo por el triunfo de su partido La Libertad Avanza en las recientes elecciones legislativas y proponer “fortalecer” la relación bilateral.

Otro de los arribos más significativos para asistir a estas ceremonias es el del presidente de Chile, Gabriel Boric. La distancia entre ambos países no obedece a diferencias ideológicas, sino a una relación históricamente tensa: Bolivia y Chile no tienen embajadores desde 1978 debido a la demanda marítima boliviana, por lo que su presencia marca un punto de inflexión.
La tensión alcanzó un punto crítico en 2013, cuando Bolivia demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia por una salida soberana al Pacífico, petición rechazada en 2018. Tanto Boric, de tendencia progresista, como Paz, centrado en recomponer el diálogo, han manifestado su voluntad de avanzar en una agenda de cooperación.
La llegada del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también augura un cambio para las relaciones, pues la tendencia conservadora del ecuatoriano lo mantuvieron al margen de cualquier tipo de acercamiento con Bolivia.
Noboa felicitó a Paz Pereira por resultar vencedor de las elecciones y retiró “su compromiso” de seguir trabajando junto a Bolivia “para fortalecer lazos de cooperación, integración y amistad”.
En una entrevista con EFE tras ganar las elecciones, Paz afirmó que su Gobierno establecerá relaciones internacionales con países que “tengan la democracia como principio”.
En ese sentido, sobre Venezuela indicó: “No la comparto y asumo que a futuro, nuestras relaciones (serán) dentro del marco de respeto, pero está claro que yo voy a tener una relación con países donde consideremos como Gobierno que tengan la democracia como un principio”.
Al día siguiente de ganar las elecciones, Paz conversó por teléfono con la líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, a quien expresó su voluntad de unirse a la “lucha” para “recuperar” la democracia en Venezuela.
Es así que los líderes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que por muchos años fueron los principales aliados de Morales y Arce, no figuran en la lista de invitados después de tantos años.
A la ceremonia también asisten los presidentes de Uruguay, Yamandú Orsi, y de Paraguay, Santiago Peña; la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva de la Comisión Europea, la española Teresa Ribera, y la presidenta del Congreso de España, Francina Armengol, junto con altas autoridades de China, Brasil, Perú, Panamá, Costa Rica y El Salvador.
Con información de EFE

































