A última hora de la tarde del miércoles el Ministerio de Seguridad de la Provincia comunicó que los inspectores generales Daniel Chaile y Óscar Farfán presentaron sus renuncias a los cargos de jefe y subjefe del Servicio Penitenciario de Jujuy.
La dimisión de ambos funcionarios se conoció horas después que la Justicia informara que avanzan las investigaciones sobre más de una decena de efectivos penitenciarios que tendrían vinculación con la muerte de dos reclusos en ocasión de producirse un motín en la Unidad Penal N° 1, sita en el barrio Gorriti de esta capital.
La revuelta ocurrió durante la tarde del jueves pasado, cuando internos recluidos en tres pabellones iniciaron un reclamo, presuntamente con una huelga de hambre que después escaló hasta la quema de colchones y disturbios hasta en los techos, por las condiciones carcelarias y en demanda de respuestas a pedidos de prisiones condicionales, asistidas y domiciliarias, frente a la pandemia de coronavirus.
La investigación llevó a la aprehensión de once agentes penitenciarios, tras confirmarse mediante una autopsia ordenada al afecto, que uno de los fallecidos presentaba un impacto de munición de plomo.
Los penitenciarios fueron imputados por el presunto delito de "homicidio doblemente agravado por la calidad del autor y por alevosía" del recluso José Antonio Yapura, quien murió por un disparo en la zona del cuello, según revelaron fuentes judiciales.
Mientras tanto, la Fiscalía espera los resultados de autopsia al cuerpo de Marcelo Montenegro, el otro fallecido durante el motín, para establecer las causas de la muerte.
Las designaciones de los nuevos jefes del Servicio Penitenciario serán comunicadas en los próximos días, dijeron voceros ministeriales. Mientras tanto, "las tareas de las instituciones penitenciarias continúan normalmente con jefes superiores a cargo", se informó.
