A la hora de renovar los ambientes de la casa, uno de los detalles más importantes —y menos considerados— es el tipo de iluminación. Más allá del diseño de una lámpara, elegir entre luz fría o luz cálida puede transformar por completo cómo se siente y se vive un espacio.
Pero ¿cuál es mejor para el hogar? ¿En qué ambientes conviene usar una u otra? Esto dicen los especialistas sobre la mejor luz para tu casa.
¿Qué es la luz fría?
La luz fría tiene una temperatura de color alta, generalmente entre 5000K y 6500K. Es una luz más blanca o azulada, similar a la luz natural del día. Se utiliza especialmente en espacios donde se necesita claridad, concentración y visibilidad precisa.
Dónde conviene usar luz fría:
- Cocina
- Baños (especialmente en zonas de espejo)
- Escritorios y oficinas en casa
- Lavadero
- Zonas de trabajo
Según expertos en iluminación, la luz fría ayuda a mantenernos más alertas y activos. Es ideal para tareas que requieren foco visual, como cocinar, estudiar, maquillarse o trabajar frente a una pantalla.
¿Qué es la luz cálida?
La luz cálida tiene una temperatura de color baja, entre 2700K y 3000K. Se percibe con un tono amarillo o anaranjado, similar al de una vela o lámpara incandescente. Este tipo de iluminación genera una atmósfera más acogedora, relajante e íntima.
Dónde conviene usar luz cálida:
- Dormitorio
- Living o sala de estar
- Comedor
- Pasillos y recibidores
La luz cálida se asocia con el descanso y el confort. Por eso se recomienda para los espacios donde queremos relajarnos, mirar una película, leer o simplemente desconectar al final del día.
¿Cuál es mejor para tu casa?
No hay una única respuesta. La mejor estrategia, según especialistas en interiorismo y luminotecnia, es combinar ambos tipos de luz, adaptándolos a las funciones de cada ambiente.
- Usá luz fría en espacios funcionales, donde necesitás energía y concentración.
- Usá luz cálida en espacios de descanso o reunión, donde buscás calma y bienestar.
Hoy existen luces LED regulables que permiten cambiar la temperatura de color según el momento del día o la actividad. También hay lámparas inteligentes que se controlan desde el celular o por voz, ideales para ajustar el clima del hogar sin necesidad de cambiar bombitas.
¿Por qué es importante elegir bien?
Una iluminación adecuada no solo mejora la estética del hogar, sino que también impacta en el estado de ánimo, la productividad y la calidad del descanso. La luz influye directamente en nuestro reloj biológico, en los niveles de estrés y hasta en la concentración.
Por eso, elegir entre luz fría o cálida no es solo una cuestión de estilo: es una decisión que puede hacer que tu casa se sienta más funcional, más cómoda y más saludable.