María B. viajaba hacia Buenos Aires en el servicio de la empresa Puerto Tirol que salió de la terminal de la ciudad de Formosa el pasado día lunes aproximadamente a las 16:45 horas. Ni bien se inicio el periplo, un sujeto que había subido visiblemente alcoholizado y con una lata de cerveza en la mano, empezó a molestarla de manera verbal.
Sentado detrás de la joven el molesto pasajero pasó de los piropos, a las sugerencias desubicadas y la falta de respeto. Acudió a los choferes que por toda respuesta le dijeron que no podían hacer absolutamente nada.
Optó por cambiarse de asiento pero lejos de terminar la situación angustiante, el acosador empezó a increparla precisamente porque se había cambiado de asiento. Aún con los auriculares puestos tuvo que escuchar los gritos del sujeto que para peor seguía tomando alcohol en el viaje.
Tomando en cuenta que el acoso iba poniendosé cada vez peor, María intento hacer intervenir a las fuerzas de seguridad en los varios controles de ruta pero nadie hizo nada por lo que la situación se puso insostenible ya que el hombre alcoholizado empezó a gritar a todos los pasajeros.
Esta situación continuó hasta cerca pasada las 21 horas en que el omnibus llegó a la ciudad de Resistencia en Chaco cuando hicieron descender al pasajero problemático. Si la pasajera acosada hubiera tenido que realizar la denuncia debía quedarse en esa provincia y no continuar viaje. Ante la situación superada, optó por continuar viaje y de la misma manera dejó al desnudo una situación de clara vulnerabilidad en casos como el sucedido.