En el cambiante universo de la moda, surge una tendencia que evoca la elegancia y la esencia femenina con un toque de nostalgia: la “coquette”. Este estilo, que se distingue por abrazar la feminidad y reconectar con la infancia, se presenta como una alternativa sofisticada y apta para mujeres de todas las edades.
En 2014, vivimos el auge de la estética “mustache”, pero ahora, en 2024, presenciamos el resurgimiento de la “coquette”. Este estilo no se trata de una rebeldía, sino de una celebración de la feminidad. Abandonando la rigidez de los tonos oscuros y los adornos rudos, la “coquette” nos invita a adoptar prendas y accesorios que rememoran la estética infantil.
Cómo incorporar el estilo “coquette” a tu forma de vestir
Para incorporar esta tendencia hiperfemenina, inspirada en figuras como Maria Antonieta de Sofia Coppola o la icónica Barbie de Greta Gerwig, puedes recurrir a prendas y accesorios específicos. Opta por calzado estilo “Mary Jane”, “Tabi” o “balerinas” para lograr una estética elegante y femenina.
Los moños de seda y listones son esenciales para este estilo. Puedes integrarlos en tus peinados, ya sea recogidos o sueltos, o elegir prendas que incluyan estos detalles en su diseño. El rosa y el blanco se convierten en tonalidades clave para dar vida a la “coquette”.
Esta tendencia ofrece una oportunidad para reconciliarse con la niña interior que a menudo se deja atrás en el camino hacia la empoderada mujer contemporánea. La “coquette” no solo es una moda, sino un recordatorio de que la feminidad puede ser poderosa y sofisticada a la vez.
La tendencia “coquette”, una forma de lucha femenina
En un mundo donde se espera que las mujeres adopten actitudes masculinas para destacar, la “coquette” surge como un mensaje poderoso. Se propone la idea de que es posible ser una mujer empoderada sin renunciar a la delicadeza y la feminidad. Es una respuesta a la presión del capitalismo que exige una masculinización para sobresalir en ambientes dominados por hombres.
La estética “coquette” desafía la noción de que la superficialidad y la debilidad son sinónimos de la esencia femenina. En cambio, resalta la complejidad y el poder inherente a la feminidad. Se convierte en un rechazo a las expectativas tradicionales y propone que estas características son complementarias a la personalidad de mujeres fuertes y complejas.