El presidente, Alberto Fernández, evitó profundizar sobre el proceso inflacionario que afecta a la Argentina, aunque afirmó que su gobierno está “abocado a reducirla” sin “aumentar los niveles de pobreza” o “frenando el proceso de crecimiento”.
En función de esta tarea, el jefe de Estado agradeció y destacó la gestión de Sergio Massa, al frente del Ministerio de Economía.
“Todos sabemos bien que la inflación constituye un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas. Estamos abocados a reducirla sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que venimos experimentando. No resulta una tarea sencilla”, señaló Fernández en su discurso de apertura ante la Asamblea Legislativa.
El primer mandatario realizó una descripción general de la inflación, pero en ningún momento ofreció cifras y manipuló el discurso evitando los datos.
Fernández sostuvo que asumió en 2019 “en un contexto signado por la inflación”. El presidente eligió no indicar que en ese año la variación de precios fue de 50%, contra el 94,8% que resultó en 2022.
Bajo esa lógica, intentó licuar su responsabilidad sobre lo ocurrido en sus tres años de mandato al sostener que la inflación es un “problema estructural” que “se remonta a décadas”.
“La alta inflación que todos sufrimos es un factor central de desorganización de nuestra economía. Todos sabemos bien que la inflación constituye un problema estructural de la Argentina que se remonta a décadas”, argumentó para sostener su posición.
Fernández afirmó que su gobierno está “abocado a reducirla sin generar incrementos en los niveles de pobreza o frenos en el proceso de crecimiento que venimos experimentando”.
El presidente sostuvo que “no resulta una tarea sencilla” y enseguida volvió a apuntar a la oposición: “Quienes minimizaron el problema acabaron por profundizarlo. Que quede claro”.
Para alejar más de su órbita el problema de la suba de precios, puso la lupa sobre la invasión de Rusia a Ucrania y el costo en materia energética que tuvo el país en 2022.
“Una de las causas de la inflación, la Argentina gastó en el 2022 5.000 millones de dólares más en energía producto de los precios disparados por la guerra. Lo hicimos porque no estábamos dispuestos a frenar la producción y el crecimiento”, remarcó.
Respecto del rumbo económico, el presidente defendió el equilibrio fiscal y la política de administración de reservas como los principales ejes.
“No necesitamos al FMI para saber que debemos lograr el equilibrio fiscal. No podemos persistir con políticas que generan déficit en nuestras cuentas públicas”, indicó el jefe de Estado.
El presidente enfatizó que “aunque no sea factible alcanzar ese objetivo de la noche a la mañana, el equilibrio fiscal debe ser nuestro horizonte”.
Fernández hizo referencia a la importancia del saneamiento de las cuentas públicas luego que el Congreso Nacional aprobará una ley de moratoria previsional que la oposición rechazó argumentando sobre su falta de sostenibilidad fiscal.
“Tampoco necesitamos al FMI para saber que la Argentina debe aumentar sus exportaciones. Si no generamos divisas no vamos a poder sostener nuestra actividad económica y eso va a significar menos trabajo y salarios más bajos. Cuidar el valor de la divisa es fundamental para seguir el camino del crecimiento”, subrayó el primer mandatario.
De esta forma aseguró la continuidad de la política de administración de dólares divisas a partir del control de importaciones y el cepo cambiario.
Apelando a la situación financiera también fustigó a la oposición:
“A menudo escuchamos a los que anuncian crisis financieras y devaluaciones bruscas. Intentan sembrar incertidumbre y generar desconfianza. Quienes hicieron estallar la economía argentina hace apenas tres años, son los mismos que ahora anuncian que una bomba explotará en el futuro”.