El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundió esta tarde el informe de pobreza e indigencia correspondiente al segundo semestre de 2023. Los valores treparon al 41,7% en pobreza y al 11,9% en indigencia.
De esta forma 12,3 millones de personas son pobres y 3,5 millones son indigentes.
“Encuesta Permanente de Hogares en 31 aglomerados urbanos: la pobreza alcanzó al 41,7% de las personas y al 31,8% de los hogares en el 2° semestre de 2023″, señala el Indec en X.
“Con respecto al primer semestre de 2023, la incidencia de la pobreza registró un aumento tanto en los hogares como en las personas, de 2,2 y 1,6 puntos porcentuales (p.p.), respectivamente. En el caso de la indigencia, mostró un aumento de 1,9 p.p. en los hogares y de 2,6 p.p. en las personas”, agrega el informe.
Se trata del valor más alto desde el fin de la pandemia del coronavirus, en 2021.
El anterior dato disponible correspondía al primer semestre de 2023, cuando la pobreza alcanzó al 40,1% de la población, mientras que la indigencia fue en ese entonces del 9,3%.
Una estimación del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica ya había indicado -a través de proyecciones- que en diciembre de 2023 la pobreza fue del 49,5% y 57,4% en enero tras la devaluación.
Cómo se mide actualmente la pobreza
Hay 2 formas de medir la pobreza en la Argentina. La más conocida, que el Indec informa cada 6 meses, calcula si los ingresos de los hogares son suficientes para solventar los gastos básicos. En tanto, en cada censo poblacional -es decir, cada 10 años- se difunde la pobreza multidimensional, que contiene datos complementarios a los monetarios, como el acceso a la educación, a la salud y a la vivienda, entre otros.
La medición monetaria de la pobreza se realiza sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que elabora el Indec y mide 2 variables. Por un lado, determina si los ingresos de una familia son suficientes para costear una canasta básica de alimentos (CBA), que contiene ciertos nutrientes que tienen por objetivo cubrir un umbral mínimo de necesidades energéticas. A esto se denomina “línea de indigencia”.
Por otro lado, se agrega a estos gastos básicos otras necesidades no alimentarias como la vivienda, la educación, la salud o el transporte. A esto se denomina canasta básica total (CBT) y determina la “línea de pobreza”.