En las últimas horas, una novedad llamó la atención de muchos en el fútbol italiano. Es que el deporte está muy manchado por las apuestas ilegales en el país y hasta hubo caso de clubes que amañaron partidos hace muchos años. Ahora, dos futbolistas campeones del mundo y de los más conocidos de la Selección Argentina estarían siendo investigados.
Quiénes son los jugadores de la Selección Argentina investigados por apuestas
Según informó el periódico Corriere della Sera, el caso implica a dos futbolistas directamente: Sandro Tonalli y Nicolo Fagioli. Pero a partir de ahí, otros diez estarían salpicados porque en los celulares incautados de ellos, habrían descubierto una red de futbolistas que participaban en apuestas.

Según las autoridades, los jugadores realizaban millonarias transferencias a dos intermediarios —Tommaso De Giacomo y Patrick Fizzera— quienes estarían vinculados a plataformas clandestinas de apuestas deportivas. Estos intermediarios mantenían conexiones con tres administradores de una joyería ubicada en Milán, que funcionaba como una especie de “banco encubierto” para saldar deudas vinculadas al juego.
Entre los nombres que aparecen en la revelación del diario italiano, figuran Ángel Di María y Leandro Paredes, ambos con pasado reciente en la Juventus, aunque el caso no está relacionado con manipulación de partidos, sino con apuestas realizadas —en su mayoría— en otros deportes, entre diciembre de 2021 y octubre de 2023.

¿Pueden ser sancionados Di María y Paredes?
La fiscalía de Milán ya incautó alrededor de 1,5 millones de euros y solicitó prisión domiciliaria para cinco de los implicados. Aunque los futbolistas no enfrentarían consecuencias penales directas, sí podrían recibir sanciones deportivas, dado que las reglas de la FIFA prohíben expresamente la participación de jugadores en cualquier tipo de apuestas.
De acuerdo con los investigadores, muchos de estos jugadores habrían utilizado la compra simulada de relojes de lujo como método para cubrir sus deudas de juego. Las autoridades creen que el motivo principal detrás de esta conducta fue la búsqueda de entretenimiento durante los periodos de concentración, cuando los futbolistas pasan largos tiempos sin actividad social.