Luis Darío Calvo, exjugador de Boca Juniors, compartió vestuario con leyendas como Diego Maradona y Juan Román Riquelme, pero su presente dista mucho de aquel pasado glorioso. En una emotiva entrevista realizada por TN (Todo Noticias), Calvo contó cómo pasó de vivir momentos únicos en La Bombonera a trabajar como chofer de colectivos y estudiar kinesiología para regresar al fútbol desde otro rol.
La historia de Luis Darío Calvo
A los 18 años, Calvo formó parte de una generación inolvidable en el club de La Ribera, entrenando bajo la dirección de Silvio Marzolini y compartiendo plantel con figuras como Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Claudio Paul Caniggia y el Beto Márcico. Sin embargo, su carrera nunca alcanzó notoriedad. Tras su paso por Rosario Central, Banfield y el fútbol europeo, su trayectoria finalizó prematuramente en El Salvador, donde enfrentó una profunda depresión.
“El fútbol me dejó a mí”, confesó Calvo a TN. Después de tocar fondo, logró reconstruirse gracias al apoyo de su familia. Hoy trabaja en la empresa de colectivos línea 216, en Morón, como maniobrista, y celebra haber alcanzado cierta estabilidad económica.
Estudiar para conseguir una nueva oportunidad
A sus 47 años, Luis Darío decidió retomar los estudios. Terminó la secundaria y actualmente cursa el ingreso a la Universidad Nacional de Hurlingham para estudiar kinesiología. Su objetivo es claro: volver a estar cerca del fútbol, esta vez desde el ámbito de la salud y el deporte.
Aunque hace años no mantiene contacto con Riquelme, actual presidente de Boca, guarda un gran recuerdo de su paso por el club. “Fue soñado compartir vestuario con Diego y Román”, recuerda con emoción.
La historia de Calvo es un claro ejemplo de resiliencia, pasión por el deporte y la búsqueda constante de superación. Su sueño de volver a Boca, esta vez desde otro lugar, sigue más vivo que nunca.
