En la noche del martes se vivió una situación compleja en la Unidad Penal 8 de Goya, donde los detenidos iniciaron una revuelta luego del momento de visitas diarias. Todo esto habría sido por el tiempo de utilización de los teléfonos en la zona de los patios.
En el inicio del conflicto se constituyó el presidente del Tribunal Oral Penal, el defensor oficial de Cámara y el fiscal de Cámara para garantizar la seguridad de los internos. Estas autoridades son las que ordenaron el ingreso de las fuerzas del servicio penitenciario para controlar la situación.
Las consecuencias de esto fue el traslado de cinco de los internos a la Capital de la provincia y cuatro de ellos fueron atendidos por los médicos de la policía para constatar sobre su estado de salud.