El pasado sábado 13 de febrero, la ciudad de Berrotarán se vio conmocionada luego del asesinato de un joven policía de sólo 25 años. Se trataba de Santiago Mansicidor quien se desempeñaba como Oficial Ayudante en la Policía de Córdoba.
Mansicidor recibió dos heridas de arma de fuego, en el abdomen y el rostro, luego de un confuso una riña con una patota del pueblo. El efectivo policíal falleció en el hospital local y los acusados terminaron detenidos y a disposición de la Justicia.
Ante este hecho, los vecinos de Berrotarán no dudaron en salir a alas calles y exigir justicia por la muerte de Santiago. De la marcha, participaron unas 500 personas, entre residentes, familiares y también referentes institucionales y religiosos del pueblo, quienes pronunciaron fervientes palabras en recuerdo del joven y solicitaron que la pena recaiga sobre los culpables.
El intendente municipal Fredi Decarlini, el padre Ignacio Amaya y familiares directos de Mansicidor hicieron uso de la palabra como así también un vecino de la localidad que pidió mayor seguridad en el pueblo.
En el escrito difundido en la comunidad donde se convocaba a la marcha se expresaba: “Queremos que se tome conciencia y a quien le corresponda que tome cartas en el asunto. ¡Basta! de que nuestros padres y hermanos pasen sus noches sin dormir, por el miedo que provoca no saber si volvemos a casa o no. Basta de que tengamos que salir los jóvenes con temor a que nos suceda algo. Basta de que nadie haga algo ante los hechos de inseguridad y delincuencia en nuestro pueblo”.
En tanto, los acusados del hecho tienen entre 17 y 19 años. Dos de ellos, mayores de edad, fueron derivados inmediatamente al Complejo Carcelario de Bouwer. Mientras que, los tres restantes -menores de edad imputables- fueron puestos a disposición del Juzgado Penal Juvenil de la ciudad de Río Cuarto, quien los derivó en calidad de internados al Complejo Esperanza dependiente de la SeNAF.