La primera noticia que arrojó el resultado de las elecciones provinciales es el triunfo del peronista Juan Schiaretti, de la mano del intendente de la capital, Martín Llaryora.
Y el triunfo de Llaryora representa una ayuda para que el actual gobernador pueda instalar su flamante precandidatura presidencial con el frente Hacemos por Nuestro País, que busca atraer a los sectores del peronismo no kirchnerista.
La segunda noticia es que fue una victoria mucho más ajustada que la de 2019, lo que pone un fuerte llamado de atención que merecerá profundas revisiones.
Eso no le quita un gran mérito personal al intendente capitalino, que hizo todo el cursus honorum de cargos de la política provincial.
Llaryora fue intendente de San Francisco, vicegobernador hasta 2019 (cuando Schiaretti logró su reelección con más del 57% de los votos) y se desempeñó como diputado nacional.
El frente Hacemos encontró en él una nueva figura para proyectarse en el tiempo, 24 años más joven, con la esperanza de renovar el pacto que selló con la mayoría de la sociedad hace un cuarto de siglo.
Una crisis y su impacto
Luis Juez, el postulante que promovió la coalición nacional Juntos por el Cambio, transitó por este proceso en bastante soledad hasta que se desató la crisis por las gestiones que encaró el aspirante presidencial del PRO Horacio Rodríguez Larreta para lograr la incorporación de Schiaretti a la coalición.
La Unión Cívica Radical trabajó a media máquina, el diputado nacional y candidato a intendente de Córdoba, Rodrigo de Loredo venía haciendo una campaña autónoma y muchos dirigentes no tenían gran interés en su triunfo, empezando por Mauricio Macri.
Pero al final el expresidente jugó fuerte y perdió. También Patricia Bullrich, protagonista junto a Rodríguez Larreta de la gran interna que tendrá JPC en las PASO para terminar de definir su propuesta presidencial.
Esta victoria de Juan Schiaretti es una secreta venganza de Rodríguez Larreta. Muestra que las cosas de la política nacional no afectan a los cordobeses.
Pero el dato preocupante de las elecciones es el referido a la participación ciudadana, porque la de este domingo fue la cifra más baja de la historia, cinco puntos menor que en 2019. Más allá de quién ganó, la que está perdiendo es la política.