En el corazón de la ciudad de Córdoba, late una arteria fundamental: la calle 27 de Abril. Su nombre, lejos de ser una designación arbitraria, encierra un capítulo crucial de la historia provincial, recordando un punto de inflexión política que marcó el fin de una era.
¿POR QUÉ LA CALLE 27 DE ABRIL SE LLAMA ASÍ?
Para comprender por qué esta emblemática calle lleva ese nombre, debemos remontarnos a 1852, un año de profundos cambios tras la caída de Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros (3 de febrero).

En Córdoba, la noticia generó una “ambigua situación política”, ya que el entonces gobernador Manuel “Quebracho” López, un ferviente defensor del régimen rosista que había gobernado la provincia durante 17 años desde 1835, intentaba aferrarse al poder.
A pesar de la derrota de su líder, López se resistía a dar un paso al costado. Ni siquiera su estrategia de delegar el mando en su hijo, José Victorio, y nombrar a Alejo Carmen Guzmán como Ministro General logró calmar los ánimos de sus opositores. La paciencia de los antilopistas se agotó, y el 27 de abril de 1852, un grupo exaltado liderado por el coronel Manuel Esteban Pizarro desató una revolución.
27 DE ABRIL DE 1852: REVOLUCIÓN EN CÓRDOBA
Las tropas de Pizarro, compuestas por liberales unidos a federales democráticos no rosistas e incluso antiguos “lopistas” descontentos, se movilizaron desde la Plazoleta de la Merced. Recorrieron la entonces llamada calle “de la Alameda”, la misma que hoy conocemos como 27 de Abril, hasta llegar a la Casa de Gobierno. Allí, tomaron prisionero a José Victorio López tras un enfrentamiento con su escolta. Acto seguido, se dirigieron a la residencia de López, quien se encontraba enfermo, y lo detuvieron.
Este alzamiento popular puso fin a 17 años de “régimen lopista”. Alejo Carmen Guzmán, quien inicialmente se había refugiado por temor a represalias, fue sorprendido al ser proclamado gobernador por una asamblea popular. Dos meses después, fue nombrado gobernador en propiedad. Manuel López, por su parte, fue desterrado a Santa Fe, donde falleció en 1860.
Así, la calle que presenció el avance de las fuerzas revolucionarias fue rebautizada como “27 de Abril” en conmemoración a este trascendental día que significó un cambio de rumbo en la historia política de Córdoba.
Con el tiempo, esta arteria se convirtió en una de las más emblemáticas de la capital cordobesa, incluso albergando la sede del gobierno provincial entre 1936 y 1958, donde actualmente funciona la Biblioteca Córdoba.