Tomás Casas, fiscal de Distrito 2 Turno 7, quien está a cargo del crimen de Santiago Yaideem Orellano Chávez (18), dispuso la elevación a juicio del homicidio. El joven fue asesinado el 22 de agosto de 2020, en una cancha de fútbol en barrio Comercial, mientras se desarrollaba un partido.
En la causa hay solo un imputado: Franco Daniel Tapia (24), a quien se lo acusa de haber sido el autor de la muerte de Orellano. A su vez, también se llevará a debate oral a Ramón Mariano Rodríguez (34) que minutos antes intentó matar a otro joven.
Un intento de asesinato
El suceso fatal se desató en la canchita de Ambul y Guatimozín, donde se disputaban dos equipos de fútbol: Vicor y Comercial. Aparentemente hubo una disputa por una rivalidad que generó una batahola con disparos de arma de fuego.
Vicor ganaba por 3 a 0 y el partido estaba por finalizar cuando uno de los jugadores visitantes quiso hacer un saque lateral. Fue en ese momento que ingresaron hinchas de Comercial y comenzaron a agredirlo, por lo que su compañero Marcos Nehemías Alfonzo salió en su defensa. Éste también fue agredido y terminó recibiendo golpes en el piso.
Luego, el hincha de Comercial Ramón Mariano Rodríguez extrajo de su cintura un revólver calibre 22 y comenzó a hacer disparos al aire. Posteriormente, se aproximó a Alfonzo, le dio varios culatazos en la cabeza y disparó, pero no salieron las balas. Finalmente, tiró hacia el piso y Alfonzo salvó sus piernas porque saltó y evitó las heridas.
El relato del crimen
Paralelamente, en otro sector del predio se producía un episodio similar que derivó en el asesinato. Entre el público de Comercial estaba Franco Daniel Tapia, quien extrajo un revólver y comenzó a disparar al aire mientras gritaba “¡Qué onda! ¡Qué onda!”
A su vez, echó a los hinchas de Vicor. Ante esto, Santiago Orellano comenzó a correr hacia la esquina de Ambul y Guatimozín y llevó consigo a una adolescente de 15 años para evitar ser heridos. Sin embargo, a muy corta distancia Franco Daniel Tapia le apuntó con una pistola en la nuca y gatilló. Orellano terminó descerebrado y falleció en el hospital.
Tapia se acercó a la víctima que estaba sin ningún tipo de reflejos y extrajo de un bolsillo de su pantalón un celular Samsung J2 Prime. Luego, se dio a la fuga.
La víctima, con pérdida de masa encefálica, fue trasladada por el servicio de emergencias municipal 107 al hospital Príncipe de Asturias y de allí derivado al Urgencias. Más tarde, informaron que había fallecido.
Asistiendo a las familias de ambas víctimas, asumió como querellante el abogado Carlos Nayi, quien aportó evidencia a la causa instruída por el fiscal Casas, quien siete meses después da por concluída la investigación.
El instructor acusa a Rodríguez como supuesto autor de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, abuso de armas y coacción calificada, todo en concurso real. Con relación al crimen de Orellano Chávez, Tapia debe responder como autor de homicidio calificado con alevosía en concurso ideal con homicidio agravado por el uso de arma de fuego y también por hurto calamitoso (por sustraer el celular), ambos en concurso real.