Unos 300 hinchas de Belgrano trasladaron un poco del Gigante de Alberdi al estadio Nacional Jocay de la ciudad de Manta, para el cruce con Delfín de Ecuador, por la segunda fecha del Grupo C de Copa Sudamericana. Y en largos tramos del partido, se hiciernon sentir más que la parcialidad local.
Más allá de las distancias y la crisis económica, decenas de hinchas del Pirata acompañaron al equipo de Juan Cruz Real, quien sigue invicto desde que asumió como entrenador, y que estuvo cerca de quedarse con los tres puntos y la punta del grupo, por el gol de Franco Jara.
Se lo empataron sobre la hora a Belgrano, cuando ya no quedaba nada para volver a Córdoba con lo que hubiera sido su segundo triunfo en el exterior, después de aquel 2-1 al Curitiba en 2026, cuando 5.000 Piratas deliraron en esos octavos de final.
De todos modos, el público Celeste dio otra muestra de su fidelidad, ahora lejos de Alberdi. Metieron banderazo en el hotel donde se alojaba el plantel, gritaron de frente el golazo de Franco Jara en ese arco, paladearon el triunfo, y al final se quedaron con bronca, pero con la tranquilidad de darlo todo una vez más.