Dictada la sentencia categórica para Roberto Carmona (62 años) con prisión perpetua por el homicidio de Javier Bocalón (45), quedan por dilucidar las responsabilidades que les caben a quienes están acusados de haber facilitado su escape, burlando la custodia.
Esa tarde del 13 de diciembre de 2022, mientras “todos” veían el partido de Argentina frente a Croacia por el Mundial de Qatar, en la casa de Ángela Elizabeth Etudiez, Carmona se fugaba y burlaba la “custodia” de los seis guardiacárceles chaqueños que lo acompañaron desde el Chaco.
Por la facilitación de esta fuga, deben responder los guardiacárceles David Rubén Bravo, Walter Gustavo Gómez, Leandro Omar González, Juan José Penayo, Liber Omar Salinas y Jorge Antonio Sánchez. Además, también está imputada Etudiez, la esposa de Carmona.
Sin embargo, las responsabilidades son distintas: mientras los uniformados deben responder por una conducta “culposa” –por descuido, negligencia o impericia–, Etudiez está acusada por un obrar “doloso”, es decir, intencional. Concretamente, mientras unos estaban distraídos por el partido, otra le proporcionaba los medios a su esposo para que se fugara.
CUÁNDO SERÍA EL JUICIO
Así dice la acusación que llega a juicio, muy probablemente a realizarse la segunda mitad del año. Pero hay que aclarar que en un principio había una diferencia sustancial sobre el encuadramiento legal de los acusados. Quien investigó esta evasión fue el fiscal Horacio Vázquez, que consideró que los guardias y la mujer obraron todos con intención de que Carmona escapara.
Esto, después, fue modificado por la jueza de Control María Celeste Ferreyra, que cambió la acusación y alivió la situación de los penitenciarios chaqueños. Por esto, los seis salieron en libertad y retornaron a su provincia. Etudiez, a su vez, se encuentra con prisión domiciliaria por su edad y cuestiones de salud.
En una de las declaraciones que Carmona inventó durante las audiencias del juicio, se ocupó de dejar mal parados al menos a dos de los guardiacárceles acusados por la ayuda para que se fugara. Penayo fue mencionado hasta el cansancio como quien le vendió la cuchilla usada para matar a Javier Bocalón, mientras que González –jefe del operativo de traslado– quedó señalado como aquel que fue anoticiado de un intento de fuga anterior de Carmona en la cárcel de Chaco.
La versión de la cuchilla “vendida” en Chaco por Penayo, y luego trasladada por el asesino dentro de un televisor, quedó desacreditada en el juicio. Tal vez haya sido otro de los intentos de Carmona por limpiar la imagen de su esposa antes de que la juzgasen.