Nafta Súper o Premium, ¿qué conviene cargar?

Las principales diferencias entre ambos tipos de combustible, y algunos tips para que puedas ahorrar en el consumo.

Carga de combustible, ¿súper o premium?
Carga de combustible, ¿súper o premium?

Ante la última suba registrada en el combustible, muchos consumidores optaron por dejar de cargar las variantes premium. Con esta decisión surgen, al mismo tiempo, algunos interrogantes: ¿se puede dañar el motor?, ¿baja el rendimiento de mi vehículo?, ¿qué combustible debe utilizar mi auto?, ¿cómo puedo ahorrar combustible?.

Hoy, en Maipú, te contamos las principales diferencias entre ambos tipos de combustible, y algunos tips para que puedas ahorrar en el consumo.

Desde Maipú, al igual que la industria automotriz, recomendamos utilizar el combustible que se especifica en el manual de cada modelo, o en la tapa del tanque. De este modo, nos aseguramos un correcto funcionamiento del vehículo y evitamos posibles fallas o daños en el motor.

Es importante considerar que gran parte del parque automor, requiere de nafta súper de 95 octanos, o grado 2 (RON), y el resto de los autos, con altas prestaciones o con motores sobrealiementados, requieren de la nafta premium de 98 octanos, o grado 3.

Carga de combustible, ¿súper o premium?
Carga de combustible, ¿súper o premium?

RON 95 o RON 98, ¿qué significa esto?

El RON (por Research Octane Number, en inglés), es un indicador de la resistencia del combustible, es decir, de su capacidad antidetonante. Por detonación entendemos la combustión que se produce entre la mezcla aire y el combustible no controlada ni deseada, mediante el proceso de autoignición, y que se incrementa con el aumento de la relación de compresión del motor.

¿Qué ocurre si dejo de utilizar nafta premium?

Como mencionamos al principio, cada auto debe utilizar la nafta que indica el manual de fábrica o la tapa del tanque.

Si tu vehículo requiere de nafta súper y utilizabas nafta premium, no notarás alguna diferencia sustancial si volvés a la nafta común, ya que continuarás utilizando el combustible conveniente para tu vehículo. La nafta premium en un auto que necesita de súper, mejora la limpieza y el mantenimiento de las válvulas e inyectores. Por ende, favorece la vida útil del motor, debido a la mayor cantidad de aditivos que contiene este tipo de combustible, que funcionan como un escudo químico protector.

En cambio, si tu auto necesita de nafta premium y utilizás una súper, puede que notes una baja en la performance, o un aumento en el consumo, pero en ningún caso se romperá.

La diferencia entre una nafta súper o premiun es mínima si se la compara con el diésel, ya que la utilización de uno común o uno premium si es sustancial y puede ocasionar daños en el motor.

Carga de combustible, ¿súper o premium?
Carga de combustible, ¿súper o premium?

Tips para ahorrar combustible

Ya sea que elijas nafta súper o premium, debés reparar en el tipo de conducción que hagas, ya que esto puede provocar más consumo que el tipo de nafta que decidas utilizar. Una conducción eficiente reduce el consumo de combustible, la emisión de gases de escape y extiende la vida útil del vehículo.

La Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Nación, lanzó una guía de 32 páginas para ahorrar hasta un 30% de nafta en autos livianos.

A continuación, te contamos algunos puntos centrales a tener en cuenta:

Mantenimiento periódico. Un correcto mantenimiento vehicular y un chequeo periódico reducen el consumo de combustible, alargan la vida útil del vehículo y disminuyen los siniestros viales, así como las emisiones contaminantes.

Planificar el viaje. Combinar actividades en un solo viaje ahorra tiempo y dinero. Su economía de combustible es peor cuando el motor está frío que cuando se calienta. Por lo tanto, varios viajes cortos iniciados desde un arranque en frío pueden utilizar el doble de combustible que un viaje más largo y multiuso que cubre la misma distancia.

Velocidad. La mayoría de los autos operan con mayor eficiencia cuando viajan entre 50 y 80 km/h. Por encima de esta velocidad, los vehículos gastan más combustible. Por ejemplo, circulando a 120 km se utiliza aproximadamente un 20 % más de combustible que a 100 km.

Neumáticos. Pierden aire lentamente, motivo por el cual se recomienda examinarlos regularmente (al menos una vez por mes). El valor de la presión de fábrica es el que asegura un mínimo consumo de combustible y un mejor funcionamiento. Desinflados no sólo son peligrosos, sino que aumentan la resistencia entre los neumáticos y la calle y, además, el motor tendrá que trabajar más.

Aire acondicionado. Puede incrementar el uso de combustible hasta un 25%, lo cual equivale a un consumo extra aproximado de 300 litros por año. Cuando el vehículo circula a velocidades menores a 80 km es recomendable bajar las ventanillas y apagar el aire acondicionado.

Auto detenido, motor en marcha. Se genera un consumo aproximado de 0,4 a 0,7 litros por hora. En este sentido, es recomendable apagar el motor del auto si se va a permanecer más de 3 minutos parado.

Palanca de cambios. Se recomienda evitar el uso excesivo de la primera marcha, debido a su alto consumo de combustible, ya que es la que mayor fuerza transmite, siendo preferible cambiar a segunda apenas se arranca. Una regla general es cambiar a una marcha más alta en no más de 1500-2000 revoluciones por minuto).

Maniobras. Es importante planearlas con antelación para mantener la velocidad del vehículo constante, lo que permitirá evitar consumos innecesarios. Las aceleraciones y desaceleraciones sucesivas afectan severamente al consumo de combustible. Por ejemplo, ir variando entre 75 km/h y 85 km/h cada 18 segundos puede aumentar el consumo en un 20 %. En cambio, manejar a una velocidad moderada y constante requiere menos energía. La potencia máxima de un motor sólo se utiliza durante aceleraciones fuertes o a velocidades altas. Cuando un vehículo frena, la energía se pierde.

Cuestión de peso. Se recomienda distribuir de manera uniforme la carga en el vehículo y evitar el exceso en la parte superior del mismo, ya que supone una mayor resistencia del aire y mayores niveles de consumo. Un auto mediano aumenta su consumo en aproximadamente 1% por cada 25 kilos de peso adicional.

Fuentes: Clarín, Escuela Le Parc, La Voz y Argentina.gob.ar.