Gustavo Fernández, el uno

Con alegría. Así vive su momento el mejor tenista en sillas de ruedas del mundo. En menos de 24 horas se llevó el Oro en los premios Cóndor y los Estímulo. Un grande de verdad.

Gustavo Fernández, el uno
El deportista cordobés metió en menos de 24 horas dos galardones que así lo consagran, acá en los Estímulo\u002E

Por Matías Candoli.

Superarse en cada partido, entrenarse para ser mejor, ponerse objetivos claros y hacer todo lo posible para lograrlos es algo que Gustavo Fernández lleva en su ADN. El riotercerense terminó el año pasado con el gusto agridulce de haber ganado Roland Garros pero sin alcanzar el número uno del ranking de tenistas sobre silla de ruedas. En 2017, luchó por eso y lo consiguió.

"Este año fue muy especial de principio a fin. He tenido mejores momentos, algunos peores también. He perdido dos finales de Grand Slam, lo cual es muy duro pero no puedo ser injusto conmigo y con mi equipo que trabajamos tanto por estar acá y disfrutamos tanto de esto", fueron las palabras de Gustavo. En menos de 24 horas recibió los máximos galardones que se otorgan en Córdoba a los deportistas locales, el Cóndor de Oro (Agencia Córdoba Deportes) y el Estímulo de Oro (premio otorgado por La Voz del Interior).

Desde que es el mejor rankeado en su especialidad, Gustavo Fernández no para de recibir reconocimientos.

Siendo cordobés, siente un poco más cuando lo premian en su provincia pero sabe que, aunque es lindo recibir halagos, tiene en claro su objetivo: "Estoy muy contento por el hermoso reconocimiento que es para mí, a nivel personal. Pero también, y creo que es lo más importante, por el avance como sociedad que representan las personas con discapacidad. Para realmente valorar a la persona por lo que hace o por lo que es y no por el contexto y por el entorno, o por los prejuicios que se generan. Brindo por eso y disfruto mucho de este reconocimiento".

Haber ganado el Abierto de Australia, terminar 2017 y empezar 2018 con el "uno" en su poder y estar entre los mejores deportistas del año llena de orgullo a cualquiera.

Pero, sabiendo cómo es su carrera, Fernández la tiene muy clara y afirmó: "Las metas son seguir evolucionando tenísticamente. Tratando de ser mejor. A ver: la paso demasiado bien jugando bien al tenis. Me hace muy bien. La idea es, cada vez jugar mejor y estar el mayor tiempo posible jugando bien al tenis y probablemente con eso vengan más reconocimientos, más méritos".

Aunque no lo diga abiertamente y se "saque presión" un poco con sus declaraciones, Fernández querrá mantenerse en el tope de las posiciones del ranking. Y lo logrará llegando a finales de los torneos y de los Grand Slam. Pero por ahora quiere disfrutar. Y, a su vez, trató de no agrandarse con los halagos y las palabras de aliento que recibe a diario: "Solamente agradezco a todos los que se toman el tiempo para darme sus mensajes de aliento y de apoyo".

Orgullo y mensaje. Gustavo Lobito Fernández, ex jugador de Atenas, junto a su mujer Nancy son los orgullosos padres de Gusti, el número uno del mundo en tenis en silla de ruedas y desde siempre están presentes apoyando a su hijo. Y él lo contó así: "Mis padres estuvieron ahí siempre. Si fuese el número 1500 del mundo estarían orgullosos de mí. Imaginate ahora".

Y, en el cierre, Gusti volvió a referirse al hecho de ser tomado como ejemplo por haber llegado a ser número uno en tenis adaptado: "Simplemente hago lo que siento y lo que me gusta. Si a eso la gente quiere tomarlo como ejemplo, bienvenido sea", finalizó.