Dos hombres fueron condenados a cinco años de prisión por un robo cometido en una calle de la ciudad de Córdoba en el que, para amedrentar a la víctima, utilizaron a dos perros que fueron considerados por la Justicia como "agravante", al entender que fueron utilizados como "armas impropias", informaron fuentes judiciales.
El fallo fue dictado por la Cámara en lo Criminal y Correccional de 2° Nominación de la ciudad de Córdoba que condenó a los dos imputados por el delito de "robo calificado por el uso de arma impropia" por el hecho cometido en abril de 2018 en la capital provincial.
La sentencia, que este jueves dio a conocer el Poder Judicial de la provincia, recayó sobre los imputados Alberto Amatto y Facundo Oviedo, quienes transitaban por una calle del barrio General Bustos llevando un perro macho de raza Dogo Argentino y una hembra Rottweiler.
De acuerdo a los datos de la causa, ambos acusados se cruzaron con un joven que transitaba a pie y le pidieron que entregara todas sus pertenencias porque de otra forma le "soltarían los perros".
Ante esa situación de amenaza, el muchacho entregó una mochila, un celular, una billetera, un par de zapatillas y otras pertenencias, tras lo cual los delincuentes le dijeron: "Salí corriendo porque te largamos a los perros" y la víctima huyó.
La camarista unipersonal, Inés Lucero, estuvo a cargo del proceso de enjuiciamiento y en la sentencia consideró que un "arma impropia es todo objeto que, circunstancialmente, aumente el poder ofensivo del hombre debido a su efectivo empleo como medio violento", como lo establece el artículo 166 inciso 2 primer supuesto del Código Penal.
En ese sentido, la magistrada añadió que los perros son tomados como armas "no tanto por la materia, sino por la forma y el uso a la cual se destina, siendo necesario además que el instrumento tenga una real aptitud ofensiva".
Entre los elementos de prueba, se menciona el informe de la Sección de Veterinaria Legal de la Policía Judicial, en donde se afirma que los animales utilizados en el asalto "reúnen las características de perros peligrosos", dado su peso (aproximadamente 40 kilos) y con una "contextura física y una fuerza mandibular con capacidad de causar lesiones e incluso la muerte a personas u otros animales".
La defensa de los imputados rechazó la figura de "armas impropias", al sostener que para eso se necesita de un "dominio total y absoluto del sujeto activo para manejarla y manipularla".
Sin embargo, la camarista Lucero dijo que "ambos perros fueron utilizados para acometer intencionalmente contra el damnificado y lograr sus fines furtivos".