Por Laura Giubergia
El 12 de noviembre pasado, Debra Arantxa Noble cumplió 20 años. Había terminado la escuela, y planeaba estudiar la carrera de Bioquímica. “Era la mayor de cuatro hermanos, vivió un tiempo con su papá, después con su abuelo, y cuando él falleció se quedó viviendo sola en barrio Pueyrredón”, cuenta Claudia, su tía.
“Era una niña… una niña muy independiente, pero una niña. No entiendo cómo alguien puede haberle hecho algo así, no entiendo”, lamenta la mujer, con una tristeza que le tiñe la voz. La describe introvertida, autónoma, y se refiere a ella en pasado. Porque aunque la noticia es reciente, la ausencia tiene 166 días.
En la madrugada del jueves 22 de junio, Debra dejó de ser un enigma: sus restos fueron encontrados enterrados en un descampado cercano a Villa Esquiú, “entre el club Villa Retiro y el viejo camino a Santa Rosa”, precisa uno de los investigadores.
Su muerte, en cambio, se presume ocurrió el 7 de enero de 2017. Los resultados del trabajo de Antropología Forense y otros equipos de Policía Judicial podrán confirmar los datos recabados hasta hoy por la investigación del fiscal Carlos Matheu: que la mataron de un disparo en el pecho en un departamento del centro cordobés, que bajaron el cuerpo del edificio adentro de un ropero “simulando una mudanza”, y que viajaron hasta Villa Esquiú para deshacerse del cuerpo.
“Los estudios de ADN van a llevar unos días, pero de la investigación surge que se trata de la joven que estamos buscando hace meses”, dijo Matheu.
Detenido. Jorge Maldonado (33) está detenido desde las primeras horas del jueves, acusado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, y se cree que fue el único autor del crimen. "Es el único responsable del hecho, pero hemos ordenado también la detención de un hombre por encubrimiento agravado que se va a materializar en las próximas horas", apuntó el fiscal.
La reconstrucción judicial indica que el crimen ocurrió en un departamento céntrico cercano a La Cañada, en donde habían estado –además de Maldonado y Debra-, otras tres personas: una que habría sido cómplice, otra que actuó como testigo en la causa y una adolescente. “Creemos que fue una discusión sinsentido que pasó a mayores por el estado de exaltación derivado del consumo de drogas”, explicó Matheu.
El comisario mayor José Luis Baigorria, director de Delitos Contra las Personas, señaló llegaron al lugar del hallazgo tras seguir una serie de pistas “entre ellas el rastreo del teléfono celular que tenía la víctima”.
A eso se sumó el testimonio de una persona que que estuvo esa noche en el departamento. “Dimos con un testigo clave que estaba atemorizado, pero que nos pudo señalar el lugar en el que había sido enterrada la joven”, agregó Matheu.
Excavación. Los restos óseos se hallaron a escasa profundidad, apenas 20 centímetros. El jueves, minutos antes de las 11.30, una camioneta de Policía Judicial llevó a los investigadores del área antropológica para que continuaran minuciosamente con la excavación de los huesos.