Después de la derrota a manos de Arsenal, de que Belgrano quede último y del affair con parte de la prensa, Sebastián Méndez retomó las prácticas en los parecen ser sus días más difíciles desde que asumió en Belgrano.
El entrenador, afectado además por una cuestión personal, analizó el momento y se mostró firme. “No me pueden abatir con nada”, aseguró. Y más allá de lo complejo de la situación, no pasa por su cabeza abandonar el barco.
“No la estamos pasando bien. Son momentos que se cortan o se rompen, así no pueden extenderse mucho tiempo más”, declaró el técnico en su contacto con los periodistas en Villa Esquiú.
Ante la pregunta de Día a Día, sobre si era la semana más difícil desde su llegada, fue categórico: “Puede que sí, pero tuve semanas muy difíciles. Incluso tengo un problema más grave, que trasciende el fútbol y que es mío, personal. Y no me van a ver abatido, Forma parte de mi manera de ser, no me pueden abatir con nada.
Consultado sobre si tiene dudas para seguir en el cargo, también fue tajante: “No está en mi cabeza irme”.
“Viendo los números en fríos, era para un empate. En cuanto a posesión y esas cosas. Creo que perdimos porque erramos en los dos lugares en los que no se puede errar: en las áreas”, recapituló Méndez sobre la derrota del domingo.
"Quiero equipos con rebeldía. con vergüenza deportiva. Hacemos lo que podemos. a veces podemos un poco más y a veces podemos poco".
También abordó el tema de lo que no liga el equipo, de la falta de fortuna por ejemplo en la jugada del doble tiro en el palo, primero por el Cuqui Márquez y después por Claudio Aquino, y que hubiera significado pasar al frente. “No se si es una cuestión de liga. En esa jugada había que hacerlo”.
“Perdimos porque erramos en las dos áreas, donde no se puede fallar. Desde que llegamos intentamos corregir, pero es difícil”.
Cuando le preguntaron sobre si al equipo le falta demostrar más carácter, algo que distingue por ejemplo al técnico, planteó: “Tener carácter en la cancha, y otra mostrar carácter en la vida, con actos. Levantándote todo los días a la mañana en positivo para ir a trabajar. Por ahí pasa la valentía, no pegando patadas”.