En las pintorescas orillas del Diquecito, la experiencia culinaria adquiere un matiz especial cuando se saborea un choripán, un plato tradicional que captura el espíritu de la región. Este deleite gastronómico se ha convertido en un ritual para locales y visitantes que buscan combinar la belleza natural del dique con la autenticidad de la comida regional.
Las orillas del Diquecito ofrecen un telón de fondo idílico para una experiencia gastronómica al aire libre. Con el agua resplandeciente y las montañas que se elevan en el horizonte, disfrutar de un choripán se convierte en mucho más que una simple comida; es una conexión con el entorno natural y la cultura local.
Pero además, hay parrilleros a la vera de la ruta cordobesa que ofrecen tortillas calientes “tremendas y saladas” y destinadas a la merienda sobre el lago.
El legendario“chori”
El choripán, una deliciosa combinación de chorizo y pan, asume nuevas dimensiones cuando se degusta junto al Diquecito. Las parrillas locales, impregnando el aire con el aroma tentador del asado, ofrecen chorizos jugosos y pan crujiente, creando una experiencia gastronómica que celebra los sabores auténticos de la región.
Las áreas alrededor del Dique San Roque no solo son lugares de encuentro gastronómico, sino también espacios sociales. Familias, amigos y viajeros se reúnen para disfrutar de un buen choripán, compartir historias y crear recuerdos duraderos mientras se deleitan con vistas panorámicas.
Disfrutar de esta experiencia regional es un clásico para los turistas que llegan desde otros países a Carlos Paz y son amantes de la buena comida y los paisajes impresionantes. Explorando esta deliciosa tradición que fusiona la autenticidad de la cocina local con la belleza natural de la región.
