Tras dos décadas sin intervenciones, esta semana se dio el puntapié inicial para la restauración del Cristo Redentor de La Cumbre.
Autoridades junto a vecinos y vecinas organizados, participaron de una evaluación técnica externa para analizar el estado actual de la escultura, una de las más emblemáticas del lugar.


Aunque no presenta peligro de derrumbe, el relevamiento detectó daños en su estructura externa, como una fisura en la parte frontal, un hueco en la cabeza que permite la filtración de agua y deterioros visibles en su frente.
Por ello, se proyecta ahora un estudio más profundo que permita conocer el estado interno del monumento y definir los pasos a seguir.
La iniciativa está a cargo de la “Comisión Restauración Cristo Redentor” y cobra especial relevancia en el marco de dos fechas significativas para la comunidad: el centenario de la llegada de la Orden Franciscana Capuchina a la ciudad —impulsora de la escultura— y los 74 años de la creación del Cristo.
“Este es un primer paso muy esperado. El Cristo tiene daños evidentes, aunque no estructurales. Queremos avanzar con estudios técnicos que nos permitan conocer a fondo su estado”, señaló María José Gione, vocera de la comisión impulsora, en diálogo con La Estafeta.
Además de la restauración de la escultura, el plan contempla mejoras en la accesibilidad del sitio y la recuperación del tradicional mirador, desde donde los visitantes podían observar el valle a través de una lente con monedas.
“Vamos a insistir porque es parte del patrimonio de toda la comunidad. Todo lo que sea necesario para lograr ese objetivo, lo vamos a hacer”, concluyó Gione.