Este 21 de octubre se cumplió exactamente un mes de la aparición sin vida del comerciante de Unquillo, Martín Pecha de 57 años, y que tras una semana desaparecido e intensamente buscado por la Policía y familiares, finalmente su cuerpo fue hallado por el CEP en las profundidades del lago San Roque y en inmediaciones del embudo del dique, lugar en donde había sido visto por última vez la noche del sábado 14 de septiembre.
Sin dejar ningún tipo de indicios o escritos que predijera los hechos que finalmente acontecieron y sumergidos en una incertidumbre absoluta, sus familiares y en especial, su sobrina y ahijada Andrea, aún no salen de su propio asombro ante lo que parece, habría sido una decisión voluntaria del mismo Pecha.
Al respecto, y en diálogo exclusivo con VíaCarlosPaz, su sobrina Andrea Ariza, nos cuenta: "Ha sido un mes muy raro, muy difícil. La verdad que buscamos respuestas y no las encontramos", inicia.
Y continúa diciendo: "De la causa no sabemos nada todavía. Lo que sí, él murió (Martín Pecha) por insuficiencia cardiorrespiratoria, nos dijeron como que contuvo la respiración hasta morir, a lo que el forense dice que es algo raro como murió en el sentido de que tendría que haber muerto ahogado pero estuvimos viendo que pudo haber sido por contener la respiración ante una muy baja temperatura, entonces, ese cambio brusco es lo que pudo haberle provocado la muerte porque no se encontró agua en sus pulmones", detalló Ariza.
El viernes pasado, Andrea finalmente recuperó parte de las pertenencias de su tío a quien califica de un "muy buen hombre, trabajador y muy querido" en especial por ella, que no sólo es su sobrina sino también su ahijada y quien además tuvo la penosa tarea de reconocer su cuerpo en la morgue judicial ese mismo sábado 21 de septiembre.
"Me tocó la parte más dura de todo esto, me tocó reconocerlo, despedirme de él, me tocó hacer todos sus papeles para su sepelio y fue difícil porque además de ser mi tío era mi padrino y una persona con la que tenía una relación muy especial", completó Andrea.
En cuanto a la causa, y de acuerdo a lo que se sabe, continúan peritando su teléfono celular en busca de alguna respuesta para una familia que quedó destrozada. Aunque su sobrina sentenció notablemente angustiada: "Creemos que fue él quien tomó esa decisión".
Una frase más que difícil de pronunciar, asumiéndola como parte de una resignación casi inminente por parte de sobrinos, hermanos y amigos de un hombre, quien había perdido su esposa hacía más de un año y medio, no tenía hijos y de acuerdo a dichos de la propia familia, parecía que en los últimos meses la situación financiera de su despensa, empeoraba día tras día.