Tras la quita de recursos coparticipables por parte de Nación, en la Ciudad de Buenos Aires entró en vigencia el nuevo Impuesto a los Sellos, que consta en una tasa del 1,2% que se aplica sobre el total de los consumos con tarjeta de crédito realizados a partir del 1° de enero.
La Administración de Horacio Rodríguez Larreta incluyó esta tasa en el Presupuesto 2021, luego de la decisión del presidente Alberto Fernández de dar marcha atrás con el aumento de recursos decretado por su antecesor Mauricio Macri, por el traspaso de la Policía Federal.
Incluso, este enfrentamiento tuvo un nuevo capítulo este semana, tras los reiterados rechazos del jefe de Gobierno porteño de participar de una mesa de diálogo convocada por el Ejecutivo para definir cómo se financiará ese traspaso.
En ese sentido, Rodríguez Larreta confía en que la Corte Suprema de Justicia dictará la inconstitucionalidad del recorte de recursos aprobado por el Congreso.
Mientras tanto, el mandatario porteño apostó por una batería de aumentos, entre los que se encuentra esta nueva tasa que alcanza a los consumos con tarjeta de crédito, pero no a los de tarjeta de débito. De esta manera, la Ciudad de Buenos Aires busca recaudar alrededor de $7700 millones anuales extra.
Este gravamen incluye a todas las tarjetas de crédito bancarias para los consumos tanto en pesos como en moneda extranjera, de todas las cuentas registradas con domicilio en la Ciudad de Buenos Aires, aunque su titular resida en otra jurisdicción.
Cabe destacar que la medida tuvo un fuerte rechazo por parte de La Confederación de la Mediana Empresa (CAME), que advirtió que los comercios tienen “una fuerte presión fiscal y financiera” y que “se agravará la situación” con esta nueva tasa.