Adrián Rowek, de 50 años y apodado "Pipi", es el docente de lengua de la escuela pública primaria número 23 Abel Ayerza, de Villa Devoto, que fue denunciado por acosar a un alumno menor de edad y que, al momento de la detención, estaba en la cama con otro menor.
"Pipi" era conocido por sus alumnos como "el maestro seductor, carismático y entrador", según contó un padre del colegio a Clarín. Su hermano, Gustavo Rowek, es un reconocido baterista que incursionó por bandas de rock como Rata Blanca y V8.
"Se diferenciaba del resto de sus colegas por la manera en que tenía vínculo con los chicos, a los que les prestaba películas, libros y, así, se convertía en el ídolo de todos", contó el hombre, que prefirió no dar su nombre.
"A mí nunca me cerró su personalidad. Hoy lo conversamos con mi esposa y siempre dudábamos, pero no nos animamos a hablarlo con los directivos por temor a ensuciar a alguien sin pruebas. Pero cuando hoy vi en las noticias, te juro que no me sorprendió para nada. Es más, esperaba encontrar la foto de él", agregó.
En las redes sociales, Rowek se define como "maestro de profesión, racinguista de corazón". Según cuentan quienes lo frecuentaban, el docente solía "encontrar momentos para estar a solas con sus alumnos en la escuela, ya sea en la biblioteca o en algún pasillo".
"Yo estoy convencido de que este caso de hoy no es el primero ni en el segundo", remarca este papá que recuerda que, en su momento, le advirtió a su hijo que "no tuviera una relación tan amistosa con él. No me parecía correcto que se comportara así, me hacía ruido".
Por otro lado, el papá de un exalumno del colegio contó el asombro que causó la noticia en su hijo. "Es que para ellos siempre fue el maestro moderno, el diferente. Cuando le conté a mi hijo se quedó duro, iba leyendo de lo que se lo acusaba y no lo podía creer. Ahora está con bronca, enojado, se siente como traicionado", dijo, y agregó que también "hay estupor en las madres de alumnos actuales y de sus colegas docentes, que lo estiman mucho".
La fiscal Daniela Dupuy, a cargo del caso, quiere que Rowek quede detenido, pero no en su domicilio. "En tiempos de cuarentena es difícil mandarlo a Devoto, por eso se está pensando, momentáneamente, de enviarlo a un hotel de los que el Gobierno de la Ciudad destina a los que llegan del exterior y deben hacer allí el aislamiento social obligatorio", reveló una fuente del Ministerio Público Fiscal a Clarín.
"Este es uno de los tantos casos que investigamos en el marco de la Unidad Fiscal especializada en delitos y contravenciones informáticas de CABA. Somos un equipo grande de trabajo y este tipo de investigaciones son las que nos sorprenden día a día, en plena cuarentena", dijo Dupuy.