En la mañana del martes se dio a conocer a través de un informe elaborado por la Secretaría de Transporte porteña, donde se afirma que no existen denuncias masivas sobre picadas automovilismo en la Ciudad aunque se han detectado que en 8 calles particulares sí se concentra este tipo de sucesos ilegales.
En ese sentido, también informaron que "se logró impedir la realización de competencias" gracias a la ejecución de "un plan que incluyó reductores de velocidad, lomos de burro o cunetas, semáforos en esquinas estratégicas, señalización y reacondicionamiento del espacio público".
Además se destacó la realización de talleres "de recuperación" a los que deben concurrir aquellos que participasen de las actividades, y que son de modalidad presencial durante cuatro jornadas de tres horas de duración.
Ante esto, asegura: "Actualmente este taller se imparte a pedido del Poder Judicial de la Nación o de la Ciudad, no solamente con temas que se relacionen con competencias ilegales de automóviles, sino que incluye y desarrolla todo tipo de conductas viales ilegales".
Por su parte, durante 2018 se registraron "picadas" en diversos barrios porteños, entre las que se destacan las realizadas en Pompeya sobre la calle Ancaste; en Villa Urquiza sobre Altolaguirre; en Caballito sobre Espinosa y en Liniers sobre el pasaje Peribebuy.
Lo mismo sucedió en Devoto sobre la calle Bahía Blanca; en Mataderos sobre Saladillo, en Flores sobre Pedernera y en Villa Pueyrredón sobre Nazca.