La automotriz Ford anunció este lunes que cerrará sus tres fábricas de automóviles en Brasil, y que abastecerá ese mercado con vehículos importados de Argentina, Uruguay y de terceros países, como parte de un proceso de reestructuración global, según informó la compañía.
Al mismo tiempo, fuentes de la marca en Argentina aseguraron a Télam que “los planes en el país se mantienen sin cambios y está ratificada la inversión por US$ 580 millones anunciada en diciembre” para fabricar la nueva Ranger en la planta bonaerense de General Pacheco.
En Brasil, la automotriz precisó mediante un comunicado regional que “la producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubaté, continuando con la producción de algunas piezas por pocos meses para dar soporte a inventarios para atender el mercado de reposición”.
“Las operaciones de manufactura en Argentina y Uruguay, y las filiales de ventas en otros mercados de Sudamérica no se verán afectadas”, agregó el comunicado.
Entre los efectos de la medida, se aseguró que en la Argentina como en la región se comercializarán hasta agotar los stocks los modelos Ka, del que se vendieron 10.217 unidades en 2020 en el país, y la Ecosport, que sumó 7.453 patentamientos el año pasado, que se importaban desde Brasil.
La automotriz atenderá a la región con su portafolio global de producto, incluyendo en particular algunas de sus líneas de vehículos como la nueva pickup Ranger fabricada en Argentina, la nueva Transit, la Bronco, Mustang Mach-1, y las recientes versiones de Ranger Storm, Territory y Kuga,
También se prevé “acelerar la disponibilidad de los beneficios de la conectividad, electrificación y tecnologías autónomas para abordar de manera eficiente la necesidad de vehículos más amigables con el medio ambiente y seguros en el futuro”.
La medida anunciada forma parte de “la evaluación activa de sus negocios en todo el mundo, incluyendo en Sudamérica, tomando decisiones y asignando capital de manera que avance el plan de Ford de lograr un EBIT ajustado del 8% generando consistentemente un flujo de caja fuerte”.
La automotriz prevé desprenderse de unos 5.000 empleados y para ello dijo que comenzará inmediatamente a trabajar junto a sus sindicatos y otros actores clave asociados para “desarrollar un plan equitativo y balanceado con el fin de mitigar los impactos de finalizar la producción”.
Para su salida de Brasil, además, anticipa cargos extraordinarios por US$ 4.100 millones, es decir unos US$2.500 millones atribuibles a despidos, rescisiones y acuerdos; y otros US$1.600 millones relacionados con la baja de créditos fiscales y con depreciaciones y amortizaciones aceleradas.
Las fuentes consultadas en Buenos Aires explicaron que “la noticia de hoy forma parte de la decisión de hacer foco en los modelos SUV, pick ups y comerciales livianos”, segmentos a los que correspondieron los últimos lanzamientos de la marca para la Argentina y la región.
“Es parte de un nuevo modelo de negocios en Sudamérica y en el mundo que no empezó hoy sino hace unos años, pero ese plan se vio muy afectado por los bajos volúmenes que viene experimentando la región en últimos años, agravado por lo que pasó en la pandemia, lo que obligó a profundizar los cambios”, agregó un fuente de la marca.
El 1 de diciembre pasado, el presidente de Ford Argentina, Martín Galdeano, junto a Lyle Watters, líder de Ford Sudamérica, anunciaron al presidente Alberto Fernández una inversión por US$ 580 millones en la planta de General Pacheco, en donde se producirá la nueva pick up Ranger a partir de 2023 para abastecer a los mercados de Latinoamérica.
Con información de Télam