El papa Francisco planteó este miércoles que “todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida”, al encabezar en el Vaticano su última audiencia general del año y luego de que el Senado convierta en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
“Para nosotros cristianos el dar las gracias ha dado nombre al Sacramento más esencial que hay: la Eucaristía. La palabra griega, de hecho, significa precisamente esto: acción de gracias”, aseguró el Sumo Pontífice durante la catequesis que brindó desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.
“Los cristianos, como todos los creyentes, bendicen a Dios por el don de la vida. Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida”, agregó el Papa en el mensaje escrito y que forma parte de una serie de catequesis sobre el agradecimiento que comenzó en diciembre.
“Y esto es solo la primera de una larga serie de deudas que contraemos viviendo. Deudas de reconocimiento. En nuestra existencia, más de una persona nos ha mirado con ojos puros, gratuitamente”, dijo el Papa.
Según Francisco, que por la pandemia de coronavirus celebra los encuentros de los miércoles dentro del Vaticano y no junto a los fieles en la Plaza San Pedro, “a menudo se trata de educadores, catequistas, personas que han desempeñado su rol más allá de la medida pedida por el deber”.
“Y han hecho surgir en nosotros la gratitud. También la amistad es un don del que estar siempre agradecidos”, sostuvo Francisco, que este jueves cerrará sus actividades de 2020 con la celebración de las Vísperas y el Te Deum de agradecimiento en la Basílica de San Pedro.
Cabe recordar que antes de que comience la sesión en el Senado, Francisco había dejado una frase sobre el tratamiento del proyecto del aborto legal en Twitter: “El Hijo de Dios nació descartado para decirnos que toda persona descartada es un hijo de Dios”.
Además, hace poco más de un mes, el sumo pontífice se había expresado en contra del aborto al compararlo con “alquilar un sicario para resolver un problema”. En esa oportunidad, fue más allá y expresó que “no es un asunto primariamente religioso”, sino “de ética humana, anterior a cualquier confesión religiosa”.