En los últimos días del año comenzaron a circular los rumores sobre una nueva cuarentena total a partir del 15 de enero. Sin embargo, más allá de lo que se disponga en materia de prevención o posibles restricciones, no hay nada oficial ni confirmado sobre esta posible medida. Desde distintos sectores del Gobierno descartaron volver a cierres de los experimentados en abril o mayo del año pasado.
Según informó Perfil, Jorge Rachid, el médico sanitarista e integrante del comité de asesores del gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, propuso este viernes 1 de enero que se imponga una “restricción nocturna para circular”, entre otras medidas para mitigar el creciente número de contagios de coronavirus. En este sentido, indicó que su planteo es que se limite la circulación “entre las 22 y las 6” y agregó como sugerencia “el cierre de fronteras”. Así lo expresó en declaraciones formuladas la mañana del 1 de enero a Radio 10, en las que sostuvo que “el toque de queda es duro pero es lo que funciona en Europa”, y cuestionó la cantidad de personas que anoche, en los festejos por el Año Nuevo, se agolparon en plazas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
“Hay inconsciencia, alimentada en algunos casos por medios hegemónicos irresponsables que han alentado la anticuarentena y la antivacuna de manera irresponsable y criminal sobre población que no tienen elementos para defenderse de esas cuestiones, que tienen que ver con mentiras”, dijo el sanitarista. Sobre la cantidad de personas en plazas y parques con motivo de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, el especialista opinó: “Vamos a tener que tomar medidas más duras. Yo propongo que se cierren las fronteras y que se imponga la restricción nocturna para circular entre las 22 y las 6”.
Al referirse a las vacunas, el especialista señaló que “no ha habido efectos letales en el mundo por la Sputnik V” y sostuvo que “la única que ha traído efectos graves es la de Pfizer porque es una vacuna sintética, diferente a la de Oxford y la rusa, que son exactamente iguales”.
Sobre Pfizer, el médico señaló que “tuvo en la Argentina todas las facilidades para desarrollar los ensayos clínicos de fase 3, se le puso una estructura del Estado como el Hospital Militar Central, se le hizo una autorización por parte de los organismos regulatorios, y se procedió a votar una ley”. Sin embargo, indicó “cuando salió la ley, como hizo con Chile que incluyó en el contrato recursos naturales, pidió cosas verbalmente insoportables como glaciares, el petróleo, pidió una nueva ley y después un contrato con bienes embargables por si había algún problema de conflicto de intereses a futuro”.