Paula Pareto, la Judoca argentina que se subió dos veces al podio en los Juegos Olímpicos, regresó a su trabajo en el Hospital de San Isidro tras su participación en Tokio 2020. Luego de haber partido con una conmovedora despedida de las competencias, sus compañeros la recibieron con una emotiva bienvenida.
//Mirá también: Diego Schwartzman ganó en Masters 1000 de Toronto y le dedicó un mensaje a Lionel Messi
Hace apenas unas semanas. la deportista cerró una enorme etapa de su vida en el tatami japonés. Por culpa de una dolorosa lesión en la cervical, “La Peque” cayó en el repechaje por la medalla de bronce y se quedó afuera del podio, en lo que fue su última performance en los Juegos.
Días después de ser homenajeada en la villa olímpica, la atleta regresó al Hospital de San Isidro, donde trabaja en la guardia de traumatología.
“Vuelta a la guardia con sorpresa de bienvenida en mi segunda casa. No por nada se le llama residencia, ¿no?”, escribió emocionada en su cuenta de Instagram, junto a varias imágenes de la calurosa bienvenida.
Según se puede ver en las fotos, el festejo especial contó con flores, comida, un pasillo lleno de aplausos y abrazos y un cariñoso grupo del personal de Residencia del área a la que pertenece Pareto.
“¡Gracias por este recibimiento y por tantos años de paciencia y aprendizajes!”, escribió por último “La Peque” en el sentido mensaje que compartió con sus seguidores.
Cómo fue la lesión que le impidió subirse al podio en Tokio
Días atrás, Paula Pareto estuvo como invitada en PH, Podemos Hablar, y contó detalles de la lesión que le impidió llevarse una medalla en estos Juegos, después de haber ganado la de bronce en Beijing 2008 y la de oro en Río 2016.
Según contó la judoca, fueron ocho años los que sufrió por una dolorosa y extraña lesión en la cervical. “Fue muy complicado. Tuve paciencia. Paré un mes entero porque tenía muchísimo dolor. En 2012 luché por una medalla de bronce, pero quedé quinta con un diploma olímpico”, explicó.
También, reveló que por la misma tuvo que someterse a muchas sesiones de kinesiología, y que incluso tuvo que ser acompañada de profesionales durante los entrenamientos, para prevenir cualquier accidente.
Por último, confesó que un médico especialista en columna le afirmó en 2019, año en el que pasó por una cirugía para tratar su problema, que no iba a poder seguir compitiendo. “Él me había dicho que no iba a poder vivir de los dolores si no me operaba y sucedió”, contó.