Daniel Lipovetzky trascendió como figura nacional de Cambiemos el año pasado, cuando estuvo al frente de la discusión en comisiones, con cientos de exposiciones a favor y en contra, que concluyó con la media sanción del aborto legal.
El diputado verde lamentó que la iniciativa haya sido rechazada y señaló que ahora, con la reforma del Código Penal, los senadores tendrán la oportunidad de "reivindicarse" y darle una solución a las mujeres que están condenadas a morir en la clandestinidad o ir presas por decidir no continuar con su embarazo.
En una entrevista con Vía País, el diputado del PRO también se declaró "convencido" de que el presidente Mauricio Macri será reelegido y sostuvo que no imagina a la sociedad "volviendo atrás", eligiendo a Cristina Kirchner.
—¿Coincide con la sentencia de algunos dirigentes de la primera línea de Cambiemos de que una vuelta del peronismo sería una tragedia para el país?
—Tragedia nunca. No utilizaría ese término. Cuando el que gana fue elegido por el voto popular nunca es una tragedia, hay que reconocer lo que la gente eligió. Pero eso sí: no me imagino al pueblo argentino volviendo para atrás. La gente en 2015 quiso cambiar. Quizás puedan pensar en otro candidato pero no imagino a la gente votando a Cristina.
—¿El compañero de fórmula de Macri debe ser radical, mujer, dirigente joven...?
—Es una decisión muy personal del Presidente, creo que hay que fortalecer Cambiemos y en ese sentido me parece bien que pensemos en que el radicalismo se sienta más participativo, pero eso no significa eso que le tengan que dar el candidato a vicepresidente. Tenemos un desafío electoral. Sin hacer nombres, creo que una candidata mujer sería bueno siempre, y si no es mujer debería ser alguien que alguna manera genere expectativas de renovación. Por supuesto que quien vote al presidente Macri se preguntará si pudo hacer lo que no hizo hasta ahora. Por eso, si no es mujer sería bueno algún dirigente joven, que genere expectativas.
—¿Puede ser reelegido Macri con esta crisis?
—Estoy convencido de que Mauricio va a ser reelecto. La situación de la economía es mala, venimos de un 2018 con una devaluación del cien por ciento, y este año la inflación aún refleja el rebote de los problemas del año pasado. Además, la alta tasa de interés, que es un problema para la economía. Sin embargo, hay un montón de otras cuestiones que la sociedad va a poner sobre la mesa. La economía será el debe de nuestra campaña, pero el electorado va a valorar un gobierno con una política social expansiva, que ha dado claramente una lucha contra la corrupción, que ha propiciado una renovación del Estado y un trabajo por la transparencia; un gobierno que gobierna de una manera distinta de la anterior, porque no vamos a encontrar al Presidente hablando mal de los opositores en los medios de comunicación. La lucha contra el narcotráfico y contra la inseguridad también serán evaluadas.
—¿Cómo deben interpretarse estos primeros resultados electorales del año, en los que Cambiemos fue derrotado y salió tercero en muchos casos? ¿Son anticipos de la elección nacional?
—Son elecciones locales, y por eso la gente valora a los candidatos locales, y cómo ven ellos a sus ciudades y sus provincias. También si lo llevamos a la política nacional, el gobierno del presidente Macri les ha reconocido a casi todos los gobiernos provinciales un montón de recursos que antes se retaceaban. Hoy la mayoría de las provincias tienen superávit. Vamos a ver un montón de oficialismos que van a reelegir justamente por eso. No me parece que sea un anticipo de lo que ocurrirá en el ámbito nacional.
—Si ya fue rechazado, ¿por qué vuelven a presentar el proyecto de aborto legal y por qué el 28 de mayo y no antes?
—El año pasado batimos récord con más de 70 firmas, fue la séptima vez, se trató y cayó su estado parlamentario cuando el Senado lo rechazó. Lo volvemos a presentar este año para que siga teniendo estado parlamentario porque es la lucha que viene realizando la Campaña. Me parece bien que así sea. Yo hubiera preferido que se presentara antes, en marzo, pero también es cierto que es un escenario especial, con el tema de las elecciones, diputados que están con su cabeza puesta en las provincias y muchas veces no los encontrás. Es un proyecto que gran parte de la población argentina acompaña. Por supuesto gran parte no, pero es una división que tenemos que trabajar, sobre todo porque hay una situación sensible que es que hoy las mujeres siguen siendo condenadas por poder poner en riesgo su vida o ir presas por interrumpir su embarazo.
—Algunos dirigentes dicen que proyecto de ley es ambicioso y que quizás hubiera sido mejor empezar con la despenalización. ¿Puede lograrse, ahora en el Senado, con la reforma del Código Penal?
—La media sanción del proyecto en Diputados generó muchas posiciones, a la gente de la campaña inclusive les hubiera gustado un proyecto más de avanzada, pero era lo que podíamos consensuar en ese marco. Para mí era un texto moderado. Nuestro objetivo era la legalización. No avanzó en el Senado porque los senadores quisieron mantener el statu quo. Si les mandábamos la despenalización, hubiera pasado lo mismo. Los senadores no quieren que cambie nada. Ahora, con el Código Penal, tienen la posibilidad de reivindicarse. El proyecto no propone la despenalización pero sí termina de zanjar la disputa respecto del aborto no punible, porque convierte en ley la interpretación de la Corte en el caso FAL.