Protesta y represión en Santa Cruz frente a la residencia de la gobernación: hubo cuatro heridos

 Alicia Kirchner sostuvo que la manifestación de trabajadores estatales frente a su residencia oficial "fue un ataque planificado".

Un manifestante planta cara de rodillas a la policía argentina el 22/04/2017 en la ciudad Río Gallegos, Argentina. Una protesta enu00a0la ciudad, en la provincia argentina de Santa Cruz, fue reprimida por la policía cuandou00a0los manifestantes intentaron ingresar en la casa de la gobernadora, Alicia Kirchner, en la queu00a0tambiu00e9n estabau00a0la ex presidenta Cristina Fernu00e1ndez de Kirchner.rn(Vinculado al texto de dpa
Un manifestante planta cara de rodillas a la policía argentina el 22/04/2017 en la ciudad Río Gallegos, Argentina. Una protesta enu00a0la ciudad, en la provincia argentina de Santa Cruz, fue reprimida por la policía cuandou00a0los manifestantes intentaron ingresar en la casa de la gobernadora, Alicia Kirchner, en la queu00a0tambiu00e9n estabau00a0la ex presidenta Cristina Fernu00e1ndez de Kirchner.rn(Vinculado al texto de dpa

La policía de Santa Cruz reprimió en las primeras horas de hoy con gases lacrimógenos y balas de goma a un grupo de manifestantes que protestaba frente a la residencia de la gobernadora Alicia Kirchner y al menos cuatro personas resultaron heridas.

En ese marco, el reportero gráfico Jorge Riquelme recibió un fuerte golpe en la cabeza y un trabajador estatal recibió 10 impactos de bala de goma en su espalda.

El inicio de la represión se produjo cuando un grupo de manifestantes abrió el portón de la residencia custodiada por policías e ingresó a los jardines internos para golpear la puerta principal y ventanas del edificio mientras la gobernadora se encontraba en su interior junto a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

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Se convocaron más de 600 personas para realizar una protesta ruidosa fuera de la residencia oficial, donde además incendiaron basura en las esquinas que rodean el edificio.

En diálogo con Radio 10, Alicia Kirchner sostuvo que la manifestación de trabajadores estatales que reclamaban sueldos frente a su residencia oficial "fue un ataque planificado" y admitió que hay "una sobredimensión de la planta de personal".

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