El ex presidente peruano Alan García, de 69 años, se disparó un balazo en la cabeza este miércoles por la mañana, cuando iba a ser detenido por la Policía en su casa del barrio limeño de Miraflores acusado de corrupción. Poco después, falleció mientras era intervenido en el hospital Casimiro Ulloa de la capital peruana.
Hasta el hospital llegaron agentes de criminalistica de la Policía Nacional y se formó un cordón de seguridad en los alrededores. En comunicación con RPP Noticias, el líder aprista Luis Gonzales Posada había anticipado que la situación de salud del expresidente era "sumamente grave".
El Ministerio de Salud confirmó que el ex jefe de Estado ingresó de emergencia al centro de salud a las 6:45 a.m. con diagnóstico de impacto de bala con entrada y salida en la cabeza. "En estos momentos el paciente se encuentra en la sala de operaciones (...) Su estado es delicado y con pronóstico reservado", detalló.
El ministro del Interior, Carlos Morán, relató que "previa identificación, los agentes ingresaron al interior del inmueble. El equipo comunicó al señor García, que se encontraba en unas escaleras que dan al segundo piso de la casa, sobre la ejecución de esta medida judicial".
"El expresidente indicó de que iba a hacer una llamada telefónica a su abogado, ingresó a su habitación y cerró la puerta tras de él. A los pocos minutos se escuchó el disparo de un arma de fuego. La Policía forzó el ingreso, encontró al señor García en posición de sentado y con una herida de cabeza", añadió.
En las últimas horas, García había calificado de "especulación" que lo vincularan con los presuntos sobornos que recibió su exsecretario por parte de la constructora brasileña Odebrecht.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, lamentó a través de su cuenta de Twitter la muerte del exmandatario. "Estoy consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos", escribió Vizcarra