Daniel Scioli se lanzó como precandidato presidencial y propone que todo el arco peronista, incluida Cristina Kirchner, vaya a una interna para que la gente elija al mejor postulante para enfrentar a Mauricio Macri en octubre.
“En la derrota se aprende, no solo en mi caso sino en también otros dirigentes. Y por no haber ido a las PASO y potenciado las candidaturas en 2015 nos perdimos la posibilidad de conducir el país. O en 2017, cuando no se pudo dar esa PASO entre Cristina y Randazzo”, dijo Scioli.
En una entrevista con este medio el ex gobernador bonaerense y ex vicepresidente de Néstor Kirchner dijo cómo sería su plan económico y señaló que no se podían dejar las tarifas congeladas, pero tampoco subirlas "más de 2.000%" como hizo el Gobierno, al cual criticó con dureza.
¿Qué lo llevó a lanzarse para competir nuevamente por la presidencia?
DS - Lo que está ocurriendo en el país. La demanda de la gente de ir por otro camino y no este que nos plantea el Gobierno. Lo que le pasa en la vida real a la gente: no le alcanza el salario, cierran las pequeñas y medianas empresas. Y también cuando me recuerdan aquel histórico debate (con Mauricio Macri).
Sabemos que no está haciendo actos proselitistas pero sí recorriendo el país. ¿Qué le dice la gente?
DS - Que no da más. No soportan las tarifas de luz, agua y gas. La clase media está angustiada porque ha retrocedido su calidad de vida. A los comerciantes les bajan las ventas. El industrial tiene que competir con productos importados. Esto se da en amplios sectores de la sociedad que si bien tenía expectativas porque pensaba que con este cambio iba a estar mejor, hoy siente que no.
En 2015 había cuestiones para resolver del Gobierno anterior, como el déficit fiscal y la inflación. Este Gobierno cambió muchas cosas. Ahora, el Presidente dice: 'No había otro camino, era esto o Venezuela'. ¿Qué opina de esa situación?
DS - Que había una manera distinta de solucionar los problemas pendientes que había en el país. Yo fui un pionero en su momento al plantear el tema tarifas, que me había generado una gran tensión y un conflicto con Néstor Kirchner en su momento. Ahora, entre dejar las tarifas congeladas y aumentarlas más del 2.000% había un camino intermedio. El salario no puede seguir siendo la variable de ajuste. Una cosa es tener créditos internacionales para inversiones y modernización de nuestra infraestructura. Otra cosa es que se siga sumando deuda como gran condicionamiento para el futuro del país. Hoy el mundo está en la tendencia de proteger sus sectores productivos. Es el camino que yo proponía y propongo, opuesto a lo hecho por el Gobierno. Han subido la tasa de interés para estabilizar al dólar y bajar la inflación. Pero ni estabilizan al dólar ni baja la inflación. El otro camino tiene que ver con una simplificación y reducción de impuestos. Porque si se piensa que subiendo los impuestos se va a recaudar más, está demostrado que como consecuencia de la menor actividad económica se recauda menos.
¿Cuál debería ser la prioridad a partir del 10 de diciembre en la acción del próximo Gobierno?
DS - Uno de los grandes temas que yo espero que este Gobierno ya lo plantee antes de llegar a diciembre es la reprogramación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Y el cambio del programa económico: hay que pasar del ajuste a un plan de crecimiento y de desarrollo. Esto lo hizo Portugal, con éxito. Los portugueses dijeron: ‘Si no recuperamos los salarios, las jubilaciones y el mercado interno, no vamos a crecer y no le vamos a poder pagar al FMI. Es sentido común.
¿Y fronteras adentro?
DS - El gran tema es el de las tarifas. Y el sistema financiero: la banca pública tiene que liderar el mercado de créditos para el consumo porque si no el gobierno busca ahora reparar con medidas que antes defenestraba, como Ahora 12 o Precios Cuidados, o replantear el tema con los créditos en Unidades de Valor Adquisitivo, lo cual está haciendo estragos; la gente no puede dormir por cómo le ha aumentado la cuota.
¿El Gobierno no cambia de plan económico por convicción, por un condicionamiento del FMI o porque es lo que puede hacer en este momento?
DS - Hay una combinación. Están convencidos que este es el único camino y que vamos bien, que no es lo que siente la gente. Y ahora condicionados por el FMI, que pide más ajustes, reformas laborales, previsionales, que van a seguir atacando el corazón de la organización económica y social de un país, que es el consumo. Si bajan las jubilaciones y los salarios pierden contra la inflación se deteriora el consumo, y si esto pasa baja la recaudación impositiva y genera la necesidad de ir a tomar más deuda para solventar el déficit. Al mundo le tenemos que decir: no necesitamos que nos presten plata, sólo que nos compren lo que estamos en condiciones de producir. Con eso generaríamos dólares genuinos y ayudando al empleo y a las fábricas que hoy tienen una capacidad ociosa del 50%.
Está claro que la economía va a ser un tema central en la campaña, pero también está la cuestión de la grieta. ¿Cómo se supera esa instancia?
DS - Achicando las desigualdades. La mayor grieta en una sociedad se da con las desigualdades sociales cuando los ricos son cada vez más ricos y aumenta la pobreza y el desempleo. Y, en mi caso, lo digo con humildad, me mueve un espíritu componedor, moderado, de acercar posiciones, de pacificar, de desestrezar, de acercarme al que piensa distinto, de dialogar. Y fundamentalmente ningún espíritu de revancha, de odio o rencor. Es la gente la que ahora tiene la posibilidad democrática de elegir ese camino.
Hoy hay una clara disputa interna dentro del mismo peronismo. ¿Cómo cree que harán los peronistas para acercar las partes para darle batalla a Cambiemos?
DS - No es cuestión de unirse en contra de alguien, porque cuando eso ocurre las cosas salen mal. Acá hay que tener un diagnóstico muy claro, un programa de gobierno, planes y con quién llevarlo adelante, y yo lo tengo. Y fundamentalmente tengo una responsabilidad por ese 49% de los argentinos (12 millones de votos) que me acompañó en el balotaje de 2015, cuando yo advertía lo que iba a pasar y proponía ir por la senda del desarrollo, no dejando todo como estaba. Yo entiendo a la gente que fue en busca de un cambio porque estaba cansada de muchas cosas, evidentemente había una sed de cambiar, pero no con el cambio que vino después. Porque en definitiva es el gobierno el que está generando inflación cuando dolariza las tarifas y los combustibles, lo que ahora lleva a los precios nuevamente por encima del 40%.
Si Cristina Kirchner apela a la lógica de Roberto Lavagna y dice que su candidatura está atada a un consenso y no quiere ir a internas. ¿Qué posición tomaría usted?
DS - Yo tengo una decisión tomada: ir a las PASO, que son la mayor expresión democrática para ordenar las candidaturas. Y si hay una autocrítica que podemos realizar porque en la derrota se aprende, no solo en mi caso sino en otros dirigentes también, que por no haber ido a las PASO y potenciado las candidaturas nos perdimos la posibilidad de conducir el país o en 2017 que no se pudo dar esa PASO entre Cristina y Randazzo. Entonces en este momento, cuando todos hemos ganado y perdido elecciones, cuando nadie es más que nadie, cuando esta diversidad que hay es necesaria ordenar democráticamente yo me someto a la voluntad popular. Y esas PASO están abiertas para todos los sectores, porque es una decisión que hemos tomado en el Partido Justicialista, quienes quieran participar en un gran frente, con un debate constructivo, exigirnos quien lo puede hacer mejor de cara al futuro.
¿Tiene diálogo con gobernadores como Juan Schiaretti o Sergio Uñac por ejemplo?
DS - Dialogo permanente. Debo ser de los poquísimos que puede hablar con todos, no solamente dentro del PJ, sino con el socialismo, el radicalismo, con Lavagna.
¿Cómo ve la figura de Lavagna?
DS - Con él compartí el gabinete en aquel gobierno de salvación nacional como fue el de Eduardo Duhalde, donde quedó demostrado que se puede llevar adelante un gobierno de unidad en la diversidad, con acuerdos parlamentarios, que pudo estabilizar el país y ponerlo en la senda productiva. Ahora, hay que respetar las decisiones que tome cada uno. No sé lo que va a decidir. Sí sé lo que yo decidí.
¿Qué opinión tiene sobre las detenciones de ex funcionarios y la denominada causa de los cuadernos, el desempeño de los tribunales de Comodoro Py?
DS Esto forma parte de los desafíos que hay de cara al futuro: la plenitud de la independencia de los poderes. Dejar atrás la judicialización de la política o la politización de la Justicia. Tenemos que madurar y crecer en calidad democrática.