El Barcelona dejó afuera de la Copa del Rey al Real Madrid en la semana, hoy en un nuevo clásico el elenco catalán vence al "merengue" 1-0 y se calienta el partido.
La secuencia que hizo explotar el clásico tuvo lugar al final del primer tiempo. Sergio Ramos atendió a Messi, el argentino reaccionó y le mostró al árbitro cómo le quedó la boca.
Luego del manotazo de Sergio Ramos, los jugadores quedaron cara a cara y se puedo leer en los labios del argentino que tildaba al español como "mala leche".
Se viene el segundo tiempo en el Bernabéu y el partido empieza a picarse...