Paraguay rompió el jueves relaciones diplomáticas con Venezuela tras calificar de ilegítimo el nuevo mandato presidencial de Nicolás Maduro. El presidente paraguayo Mario Abdo Benítez anunció que su país "en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y de la soberanía nacional, adopta la decisión de romper relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela".
Agregó que "en ese sentido he dispuesto el cierre de nuestra embajada (en Caracas) y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado ante dicho país", durante un acto oficial en el palacio de gobierno en Asunción.
El analista político Ignacio Martínez dijo a The Associated Press que "la comunidad internacional conoce detalladamente la crisis económica y política en Venezuela, entonces, Paraguay no podía reconocer el nuevo mandato de Maduro", cuyo juramento se cumplió ante el Tribunal Supremo de Justicia en Caracas.
Abdo Benítez justificó su decisión expresando que el nuevo mandato de Maduro "es el resultado de un proceso electoral ilegítimo" y explicó que su posición "se basó en la declaración del Grupo de Lima que Paraguay firmó con otros doce Estados" el 4 de enero.
El mandatario aclaró que el quiebre de las relaciones "no implica el desconocimiento del compromiso de Paraguay con Venezuela por una deuda con la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA)" que se encuentra en medio de un litigio. Esa deuda "será honrada por el Estado paraguayo en tiempo y forma y servirá (el dinero) para la reconstrucción de la democracia en Venezuela".
Por la provisión de combustible a Paraguay entre 1998 y 2006 PDVSA reclamó el pago de unos 315 millones de dólares, mientras que el gobierno de Abdo Benítez afirma que solo adeuda 280 millones.