El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, pidió este lunes ante los obispos de todo el país "cuidar y defender la unidad" de ese cuerpo ante los "grandes desafíos pastorales" que se presentaron este año, como el debate sobre el aborto, los pedidos de apostasías, las denuncias de abusos dentro de la Iglesia y los ataques al papa Francisco, que se dieron en medio de una "crisis social y económica que golpea a todo el pueblo".
Así lo afirmó el obispo de San Isidro en la homilía de la misa de apertura de la última asamblea plenaria del año, que comenzó en la casa de retiros El Cenáculo, de Pilar y de la que participan hasta el viernes un centenar de obispos de todo el país.
"Hoy más que nunca debemos cuidar y defender la unidad de nuestro Episcopado, buscando plantear de frente nuestros acuerdos y desacuerdos, no permitiendo que el espíritu del mal logre dividirnos. Es tiempo de diálogo sincero, profundo y valiente entre nosotros. Un diálogo así nos enriquece y favorece nuestra unidad", señaló Ojea al hablar frente a sus pares.
Ojea mencionó además los "ataques a la persona" del papa Francisco "desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes, lo que genera la escasa difusión de su pensamiento y de su prédica" y agregó: "Esto se extiende a la Iglesia toda ya que parecería que decir algo bueno sobre ella no es políticamente correcto".
A su vez dijo que todas esas situaciones se dan en medio de una "crisis social y económica que golpea a todo el pueblo argentino, y que va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia".
En el inicio del sermón, el titular de la CEA admitió que "estamos terminando un año sumamente difícil", en el que "muchos acontecimientos que hemos vivido en los últimos meses nos han provocado perplejidad y nos plantean grandes desafíos pastorales para ser iluminados a la luz del Evangelio".
Tomando como base las lecturas bíblicas del día -una carta a los Filipenses y un texto del Evangelio de Lucas-, Ojea propuso enfrentar estas situaciones con "la lógica del amor, del servicio y de la humildad".
Por último, solicitó a sus pares "paciencia", que "no es inmovilidad, ni blandura, ni resignación", y "coraje y valentía para encarar los cambios".