Si bien Juan Martín del Potro demostró todo su potencial para llegar meritoriamente a las semifinales del US Open 2018, el tandilense cuenta con el plus de tener a un grupo de amigos de su Tandil natal que lo alienta incondicionalmente en Flushing Meadows.
Se trata de "La banda del salamín (el embutido tradicional de la ciudad) bonaerense", grupo integrado por 14 amigos de "Delpo" que por primera vez viajaron a Nueva York para apoyar al número 3 del mundo en la búsqueda de su segundo título de Grand Slam en Estados Unidos.
"Los chicos de Tandil hacen que cualquiera jugando contra Del Potro se sienta visitante en el Arthur Ashe Stadium", publicó The Washington Post tras la victoria del argentino ante el local John Isner en cuartos de final.
En diálogo con la agencia DPA Manuel, uno de los laderos de "Delpo", dio detalles del viaje y la relación con quien esta tarde se batirá a duelo con Rafael Nadal: "Hacemos las mismas cosas que cualquier grupo de amigos, sólo que a él lo podemos disfrutar menos porque su actividad lo hace viajar todo el tiempo. Por eso lo disfrutamos más cuando lo podemos disfrutar y sufrimos con él cuando tocó sufrir".
"Deeeeeelpo, Deeeeelpo, Deeeeelpo", se escucha desde lo alto de los estadios del USTA Billie Jean King National Tennis Center entre punto y punto de cada partido que disputa Del Potro.
Del Potro tiene 29 años pero están unidos desde los cinco, cuando se conocieron en el colegio San José de Tandil. Solo uno de ellos es de Azul, una ciudad a unos 100 km de donde es la Torre.
"Pegue, pegue, pegue Delpo pegue", gritan cada vez que su amigo mete sus potentes martillazos.
"Sí, no tienen nada mejor que hacer. Solo practican las canciones. Con tal de no laburar, mirá lo que hacen para estar acá", respondió Del Potro entre risas a la televisión tras unos de sus apasionantes juegos.
Y aunque esta es la primera vez que se juntan todos en un mismo torneo, es habitual que acompañen por separado al jugador en algunos de sus torneos. Pero esta era una ocasión especial: es el "torneo favorito" del tandilense, donde se coronó en 2009 con su primer y único título de Grand Slam hasta la fecha, y todos quisieron estar junto a él.
Por tal motivo, comenzaron a organizar el viaje casi desde el principio de año, sin saber ni siquiera si su gran amigo lo acabaría jugando.
Así terminaron viajando todos juntos y no se perdieron ninguno de los partidos de su amigo. Cuando éstos acaban, regresan a Brooklyn, donde están alojados, o pasean por Nueva York para descubrir la ciudad.
"No voy a estar con ellos porque es peligroso para mí", dijo "La Torre de Tandil" entre risas tras ganar a Isner y agregó: "Me voy a mantener en el hotel, prefiero que ellos hagan sus paseos, ya tendremos la oportunidad de estar juntos".
Ni siquiera el calor extremo que asola la Gran Manzana desde hace semanas pudo silenciarlos, y ante el temible Rafa Nadal seguramente no sea la ecepción.