El financista Ernesto Clarens no logra convencer al juez Claudio Bonadio para convertirse en un imputado colaborador en la causa de los cuadernos de la corrupción, según consignó Clarín.
Fuentes judiciales aseguraron que aún no proporciona toda la información necesaria para ser considerado un "arrepentido". Clarens es el hombre que conoce los números que rodearon muchas operaciones financieras vinculadas Néstor Kirchner y Lázaro Báez.
Al mismo tiempo, se complica su situación en la causa de la "ruta del Dinero K". El juez Sebastián Casanello libró una serie de exhortos a raíz de un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) sobre movimientos millonarios de fondos en el exterior. La abogada Silvina Martínez, a su vez, aportará información sobre operaciones actuales de Invernes, la principal financiera de Clarens.
El testimonio del financista no es todo lo contundente que podría ser para Bonadio, teniendo en cuenta su rol determinante en operaciones financieras millonarias y que se investigan en otros expedientes, como en la "ruta del dinero K", la causa en la que Lázaro Báez está procesado por haber lavado 60 millones de dólares.
El financista vinculado a Néstor Kirchner y Báez está imputado por lavado de dinero, pero en el expediente de los cuadernos de las coimas se lo acusa de ser partícipe necesario de la asociación ilícita que recaudó fondos ilegales con el kirchnerismo.
Ernesto Clarens fue a los tribunales de Comodoro Py dos veces para ampliar su declaración indagatoria. La primera duró más de cinco horas, pero su contenido no convenció al juez para validarlo como imputado colaborador. La segunda vez, el viernes pasado, el financista habló sobre el entramado financiero en el que se movieron las coimas que ex funcionarios cobraban a empresarios de la construcción y del sector energético. Allí confirmó que en bolsos o valijas, el dinero "iba siempre al sur", pero para Bonadio esos detalles tampoco fueron suficientes hasta ahora.