La actividad económica de la Argentina cayó un 5,8 por ciento en mayo, respecto del mismo mes del año pasado, y anotó así el peor registro desde que Mauricio Macri asumió la Presidencia.
Según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la actividad económica bajó 1,4 por ciento respecto de abril. Esto ralentizó al 0,6 por ciento el crecimiento que venía anotando.
Mayo fue el segundo mes consecutivo de caída de la economía, después de la baja del 0,6 reportada por el INDEC para abril. Esto coincide con el inicio de la crisis cambiaria que generó una fuerte devaluación del peso y un aumento de la incertidumbre.
El dato anual del 5,8 por ciento de caída superó a los peores meses del recesivo 2016, cuando en junio hubo una contracción del 4,9 por ciento y en julio una baja del 4,5 por ciento, de acuerdo a los registros oficiales.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, advirtió anoche que "los próximos meses van a ser un poco más fríos, un poco más tormentosos", al referirse a las consecuencias de la crisis económica que afecta al país.
El fuerte impacto de la sequía determinó que el sector de “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” se contrajera un 35,2 por ciento anual; la pesca retrocedió un 29,2 por ciento; la industria manufacturera descendió 1,4 por ciento, al igual que la generación y producción de electricidad, gas y agua.
Sólo mostraron crecimiento en mayo los sectores de explosión de minas y canteras, que avanzó 2,6 por ciento motivado básicamente por la puesta en marcha de proyectos no convencionales en Vaca Muerta (Neuquén); la construcción mejoró 4 por ciento y el comercio, 0,6%.
Si bien creció, el sector de la construcción mostró una fuerte desaceleración al registrar el avance más bajo en lo que va de 2018: había anotado 13 por ciento en enero; 11,4 en febrero; 5 en marzo y 10,3 en abril.