A todos los argentinos seguramente nos hubiese gustado ser noticia en Rusia 2018 por lo que sucedía con la Selección dentro de la cancha, pero lamentablemente se conoció un vergonzante récord de hinchas albicelestes en la presente Copa del Mundo.
Con los dos fanáticos expulsados luego del partido contra Francia, Argentina alcanzó los 49 violentos deportados del certamen mundialista.
De esta manera, por cuarto Mundial consecutivo nuestro país es el que tiene más hinchas echados por indisciplina.
El recuento comienza 12 años atrás, en Alemania 2006, torneo del cual fueron expulsados 35 de los 116 barras de River pertenecientes a "Los Borrachos del Tablón" que asistieron al campeonato mundial.
Como se supo en aquel entonces, 42 de los que arribaron a tierras alemanas fueron con todo pago, micro oficial y desayuno buffet que les proveía la por entonces dirigencia del "Millonario".
Cuatro años más tarde, en Sudáfrica 2010, fueron 210 barras los que viajaron a la Copa del Mundo bajo el ala de la repudiable ONG "Hinchadas Unidas Argentinas".
Mientras que algunos no pudieron ni ingresar al país anfitrión y otros, tras distintas redadas en las sedes de los partidos de Argentina, fueron detenidos por la policía local, un total de 54 ciudadanos argentinos sufrieron la aplicación del derecho de admisión.
Para colmo, la estadía de los barrabravas argentinos en Alemania concluyó con un brutal enfrentamiento que se llevó la vida de Luis Forlenza, quien había viajado con los de Boca.
La cercanía con Brasil permitió que en 2014 una gran cantidad de argentinos viajen para apoyar a Lionel Messi y compañía. Y los violentos tampoco se lo perdieron.
Sin embargo, el país vecino no titubeó a la hora de mantener la paz en sus ciudades y deportó a 53 argentinos por falta de conducta.
De cara a Rusia 2018, el ministerio de Seguridad de la Nación había firmado con su par ruso un convenio para echar del torneo a quienes tuvieran antecedentes violentos, el cual se activó desde el inicio de la competencia.
Siete violentos de Morón y Claypole fueron los primeros a los que se les denegó el acceso al país europeo, a lo cual tiempo después se agregaron algunas peleas que provocaron un total de 49 expulsados.
"Comparados con el resto de los países fuimos los peores, es cierto. Pero comparado con los 35.000 argentinos que siguieron a la Selección, la verdad es que el promedio es bajo", opinó Guillermo Madero, director de seguridad en espectáculos futbolísticos de la Nación y responsable del grupo de policías argentinos en Rusia, en diálogo con Infobae.
En ese sentido, Madero adelantó que la sanción para los violentos perdurará en el fútbol local. "Los 49 que terminaron fuera del Mundial también quedarán fuera de los estadios argentinos. Las prohibiciones de concurrencia serán de dos años y saldrán por boletín oficial a partir de la próxima semana", aseguró.
