Marcharon en Jujuy para que se investigue como femicidio la muerte de una joven en Tucumán

La víctima, Ana Gabriela Ríos, había denunciado a su pareja por violencia de género. 

Marcharon en Jujuy para que se investigue como femicidio la muerte de una joven en Tucumán
Ana Gabriela Ríos, la estudiante jujeña de 26 años de edad que murió tras agonizar tres días luego de caer desde el cuarto piso de un edificio en la provincia de Tucumán\u002E

Familiares y amigos de Ana Gabriela Ríos, la estudiante jujeña de 26 años de edad que murió tras agonizar tres días luego de caer desde el cuarto piso de un edificio en la provincia de Tucumán, encabezaron esta tarde en San Salvador una marcha para exigir justicia y que se investigue su muerte como un femicidio.

En la convocatoria reclamaron que se esclarezca lo sucedido como parte de una "escalada de situaciones de violencia de género" por parte del novio, alejado de un supuesto caso de suicidio, que fue el argumento de la pareja, Facundo Guerrero, al pedir asistencia médica tras el episodio que le causó la muerte a la joven jujeña.

Los familiares de Ana encabezaron en Tucumán una primer marcha para exigir justicia, la cual se replicó esta tarde en la capital jujeña convocada por amigos de la joven y organizaciones de derechos humanos de la provincia.

"Todos los que la conocíamos coincidimos en que de ninguna manera hubiera tomado esa decisión. Era una joven llena de vida, estaba por terminar la carrera de medicina veterinaria, tenía sueños a corto, mediano y largo plazo, como hasta dar atención a animales callejeros", señaló Morena, una de las amigas que encabezó la marcha y quien vivió dos años junto a Ana en Tucumán.

Agregó que están seguros que se trató de un "femicidio", que "él la empujó" y que por suerte "existen amigas que por estas horas se están animando a dar testimonio de que Ana sufría violencia de género", ello sumado a denuncias que existían contra Guerrero, con quien la joven fallecida se encontraba en pareja desde hace unos 6 años.

En el mismo sentido, el hermano de Ana, Marcos Ríos, descartó un posible suicidio y dijo que "existen las suficientes pruebas para que se compruebe que hubo una relación en la que ella sufría mucha violencia" y que él "la denigraba y le pegaba de manera sistemática encontrándose bajo el efecto del alcohol".

Entre distintos episodios, Marcos reveló que algunos de ellos fueron denunciados por su hermana, como ser uno que data desde el 2016 por el que se abrió una causa que esta caratulada como amenazas, lesiones y otros delitos.

Por otro lado, el abogado de la familia, Juan Musi, afirmó a la agencia Télam que "además de las denuncias, de larga data, todo el entorno puede dar muestra de que Ana era víctima de violencia de género".

"Ella era víctima constante de lesiones graves, llegaba a esconderse varios días hasta que se le disminuyan los moretones de los golpes que él le propinaba", aseguró.