El papa Francisco criticó hoy a quienes desprecian a las empleadas domésticas, no les pagan el salario justo o no les dan las vacaciones que les corresponden, y pidió una reflexión general para analizar cómo la sociedad trata a estas personas.
"Pienso en tantas empleadas del hogar que ganan el pan con su trabajo: humilladas, despreciadas", lamentó Francisco en la homilía que pronunció esta mañana en la misa matutina que celebra diariamente en su residencia, la Casa Santa Marta.
El sumo pontífice contó una anécdota de cuando era niño y dijo recordar cómo en la casa de un amigo suyo vio en una ocasión a la madre de este abofetear a la mujer que limpiaba la casa. "No he olvidado eso", subrayó, al tiempo que pidió una reflexión sobre el trato que se les da a estas personas.