Este martes, el juez Eugenio Zaffaroni volvió a insistir públicamente que solo si el Gobierno del presidente Mauricio Macri termina antes de su mandato se podrán resolver los problemas en Argentina. Una capítulo más entre el conflicto del jurista con Macri, que parece tener su cimientos en un carta que enviaron desde el Gobierno hacia la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Ocurrió en noviembre de 2017, cuando el secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj envió una carta al por entonces presidente de la Corte Interamericana Roberto Caldas, manifestándole "la preocupación" del Estado Nacional "ante las manifestaciones públicas" de Zaffaroni por considerarlas "reñidas con las cualidades que el sistema interamericano de Derechos Humanos exigen a los miembros de la Corte Interamericana".
Además, en la nota Avruj indicó que desde diciembre de 2015, Zaffaroni "ha asumido posturas públicas de cuestionamiento al accionar gubernamental en términos políticos que ponen en duda las condiciones de imparcialidad y objetividad que deben guardar los miembros de tan alto Tribunal".
Según una nota de Clarín, el secretario de Derechos Humanos cuestionó a el ex juez de la Corte Suprema por "sus posturas públicas sosteniendo que el Gobierno actual es responsable de un 'deterioro grave del Estado de derecho', de ordenar reprimir la protesta social, estableciendo una persecución a opositores políticos y opinando abiertamente en forma crítica a las posturas gubernamentales en casos que se encuentran en trámite ante el sistema interamericano de protección de Derechos Humanos".
Se tomaron como ejemplo las declaraciones de Zaffaroni sobre la detención de Milagro Sala y el caso Maldonado, hecho al que "no titubeó en calificar como una desaparición forzada y además acusó al Gobierno nacional de encubrir el hecho".
Avruj citó el artículo 18 del estatuto del Tribunal y expuso que entre las "causales de incompatibilidad" de los miembros del organismo figuran aquellas "actividades que impidan a los jueces cumplir con sus obligaciones, o que afecten su independencia, imparcialidad, la dignidad o prestigio de su cargo".
Por último, expuso que "en opinión del Gobierno, la conducta del doctor Zaffaroni afecta el debido ejercicio de tan alto cargo y tiende a pretender incidir en resoluciones que luego los integrantes de los organismos internacionales deben resolver con la mayor rigurosidad".