Según pudo estimar el diario La Nación, el salario más bajo alcanzado por el impuesto a las ganancias en 2018 sería casi un 29% superior al de este año, por lo que tributarían los trabajadores dependientes que tengan un sueldo de, al menos, alrededor de $29.900 netos o $36.000 en bruto.
En tanto, si se trata de un asalariado que aplica deducciones por cónyuge (no debe tener ingresos o, de tenerlos deben ser muy bajos) y dos hijos, entonces el salario más bajo sujeto al impuesto sería de alrededor de $39.500 (neto) o de $47.600 (bruto).
Este ajuste es consecuencia de la ley 27.346, aprobada en 2016 en el Congreso, que dispone que, a partir de 2018, las variables que definen quiénes pagan Ganancias y cuánto tributan se ajustarán según la variación que haya tenido el índice de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) entre octubre de un año y octubre del año siguiente (los períodos serían 2016 y 2017).