En el último vuelo de larga distancia de la compañía Air Berlin, el AB7001, terminó su viaje con muchísima polémica. El piloto quiso despedirse a lo grande y llevó adelante una peligrosa maniobra que "puso en riesgo a los pasajeros".
Cuando estaba por aterrizar, en su segunda aproximación, la aeronave se inclinó bruscamente hacia la izquierda. "Queríamos hacer una marca, un adiós digno y emotivo", contó a la cadena alemana ZDF uno de los pilotos, que había solicitado permiso a la torre de control para girar a la izquierda en caso de que fuera necesario. Las autoridades alemanas están investigando los hechos para esclarecer el comportamiento de los pilotos.
Por su parte, la aerolínea separó a los comandantes del trayecto transoceánico entre Miami (EEUU) y Dusseldorf. "En la aviación, la seguridad siempre es lo primero. Nos tomamos el incidente muy en serio", dijo un vocero de la empresa.
El video