Se conoció el desgarrador relato de Ayelén Arroyo

El desgarrador relato que Ayelén Arroyo ofreció ante la Justicia en septiembre se hizo público en las últimas horas. La chica de 19 años denunció a su padre por abusar sexualmente de ella, violar y embarazar a su hermana, y por torturarlas a ellas y a sus hermanos varones.

Dos semanas después de la denuncia, Ayelén fue asesinada por su padre, Roque Arroyo, en su casa de Ugarteche.

Con respecto a su hermana Marcela, que actualmente vive en Salta y tiene un hijo fruto de las violaciones de su padre, Ayelén contó: "Varias veces la abusó estando en la casa y ella lloraba sin hacer ruido para que nosotros no las escucháramos. Lloraba en silencio. Alguna de esas veces que la violó la dejó embarazada".

"Cuando ella volvía de las salidas, mi papá la esperaba para pegarle con una manguera, luego la hacía bañarse mientras él la miraba y después la violaba. La abusó desde los 13 años”. Ayelén dijo en la denuncia que recayó sobre el fiscal Fabricio Sidoti que quería proteger a su hija de un año y a su hermanito de 11.

Cunado intentó abusar de ella sucedió lo siguiente: “Yo tenía 15 años y estaba en mi casa con mis hermanos Fabricio y Luciano, decidimos que queríamos ir a pasear al persa de Ugarteche pero mi papá Roque no me dejó, les dijo a mis hermanos que se fueran ellos solos y yo me quedara con él en la casa. Nos pusimos a ver una película acostados en la cama de él, era una película que me hizo acordar a mi madre, que estaba viviendo en Buenos Aires porque nos abandonó de chiquitos. Yo me puse a llorar y para que mi papá no me viera así me di vuelta para el lado contrario a donde lo tenía a él al lado, no pasaron ni diez minutos y de repente sentí que me tocó la cabeza, luego sentó que se movió en la cama, como que se me estaba acercando, hasta que él me agarró la ropa y me bajó la bombacha junto con el pantalón corto que tenía puesto, hasta las rodillas”.

Siguió relatando su calvario: “Hasta ahí pensé que yo estaba medio dormida, me quedé quieta, después sentí que la mano de él rozó la espalda y luego se tocó su pene, yo no lo estaba mirando de frente pero sentí por sus movimientos cómo hacía todo eso, en un momento miré despacio por debajo de la sábana y lo vi que se estaba bajando los pantalones, luego sentí que me tocó con su pene por mi cola empujando, como intentando penetrarme, ahí me subí rápido el pantalón y me corrí para un costado como alejándome de él, lo miré y le vi los ojos parpadeando como que se hizo el que estaba dormido y que tenía su calzoncillo y pantalón bajos hasta un poco más arriba de la rodilla. Luego vino a la pieza de nosotros, de mis hermanos y mía, entró como si no hubiese pasado nada, lo miré mal, después le dije que era un atrevido, me dijo por qué decía eso, le dije: "Hágase cargo, usted me hizo eso", entonces ahí me respondió: "Jodete por acostarte al lado de tu papá".

"Desde ese día ando con pantalón largo aunque haga calor y nunca me lo saco y mi hija también. Y es por ella que vengo a denunciar, porque no lo voy a dejar que le haga algo a mi hijita. Si no limpio algo, no me deja comer y así es con todo. Solamente limpio cuando él no está. Me da miedo que si me agacho a lavar platos o limpiar algo se me venga y me toque", dijo.

Ayelén también contó: "A mí me pegó con la mano, me agarró de los pelos. Eso varias veces. Porque si no me decía que cocine guiso y no me acuerdo cómo se hace y hago otra cosa de comer, me pegaba. Cuando tenía 15 años yo también trabajaba en un negocio y él sacaba fiado, sacaba tanta mercadería que yo nunca cobraba nada de plata y si no iba a trabajar me esperaba con una manguera y me hacía re cagar. Después me decía que fuera al baño a bañarme, me abría el agua fría y me hacía bajar desnuda delante de él".

Su hermano Fabricio también contó lo que le tocó vivir. "He sufrido maltrato físico por parte de él hasta hace un año atrás que empecé a defenderme. Y también tengo que defender a mi hermano Luciano de 11 años", dijo.

Fabricio contó que como método de tortura su padre los obligaba a arrodillarse, levantar los brazos y sostener ladrillos por diez minutos.