La alta comisionada en Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, aseguró este jueves que la pandemia multiplicó las dificultades económicas y sociales en América Latina, incrementó la desigualdad, potenció el disconformismo de las sociedades y acentuó los problemas para gobernar.
La expresidenta de Chile señaló que se trata de la mayor crisis conocida desde la Segunda Guerra Mundial que llevará a la pobreza a más de 100 millones de personas en el mundo. América Latina y Asia serán las regiones con más cantidad de muertos, a los que estimó en 500 mil para fin de año.
También en esta región, según la Cepal se producirá una caída de 9,1% en el Producto Interno Bruto y subirá 14 puntos el desempleo, con mayor incidencia en jóvenes y mujeres, refirió.
Presentada en el 56º Coloquio de IDEA por el empresario Eduardo Braun, Bachelet indicó que la pandemia exacerbará "la desigualdad de ingresos en una región que ya es muy desigual", por lo cual se produce también una "creciente insatisfacción popular con los regímenes democráticos". "No es suficiente ir a votar", alertó porque además se produce un "profundo distanciamiento" de la sociedad "de las formas de gobiernos".
En su presentación por teleconferencia, Bachelet enfatizó que el objetivo de los gobiernos de la región “no debiera ser volver al país que teníamos antes de la pandemia porque (eso) ha dejado al desnudo las deficiencias”. “Hay que generar un mundo, una economía, más inclusiva, más verde”, puntualizó.
“No todas las mujeres somos iguales, tal vez porque han sido históricamente discriminadas sienten que es bueno ser más inclusivas y diversas. Permiten incorporar otras vivencias, otras perspectivas que pueden enriquecer la mirada”, subrayó.
Reconoció, sin embargo, que durante su paso por la presidencia chilena “no siempre tuve consensos” y recordó las duras negociaciones con las empresas por el etiquetado de los alimentos o las zonas marítimas protegidas. También sugirió conformar con las actividades restables de los países fondos anticiclicos para los momentos de crisis. En el caso de Chile, durante su gestión fue la renta del cobre.
"No siempre hay una receta", reconoció, pero reconoció extremar el diálogo con los sectores afectados por reformas en la búsqueda de "consensos básicos", hay que pensar "que la patria somos todos".
Recalcó entonces que no sólo hay que apuntar a “hacer lo correcto”, sino también “lo inteligente”, lo cual en ocasiones coloca el largo plazo por sobre las urgencias de la coyuntura, entre las que mencionó las consecuencias del cambio climático.
Consensuar hasta detalles
Ante una pregunta, enfatizó que para evitar que las sociedades caigan en populismo "es clave el Estado de derecho, es clave la distribución justa", y colocó como ejemplo el acceso a la Justicia por parte de todos los estratos sociales.
También recalcó que los tiempos de la política “son los tiempos electorales”. “No siempre hay consensos, no hay milagros ni yo soy la virgen maría que les pueda decir los milagros”, reconoció.
Pero dijo que en la actualidad “es más difícil gobernar que nunca, las situaciones complejas son muchas”, y alertó por la irrupción del “populismo, el nacionalismo y la xenofobia”. “No es fácil gobernar como no es fácil para los empresarios llevar sus empresas”, dijo.
Puso como ejemplo el hipotético caso de una población que vaya a ser afectada por la construcción de un embalse. "Hay que discutir consensos hasta en lo mínimo, buscar acuerdos, generar respuestas de mitigación", comentó.
Dijo que esa es la estrategia también para enfrentar “ciertas actividades que ya no son viable” porque resulta más barato adquirirlas en el exterior que continuar con ellas. “Ahí hay que reinventarse”, dijo.
Bachelet puso de relieve los resultados conseguidos por las mujeres en lugares de liderazgo. Sobre los 12 países mejor evaluados del planeta, siete son liderados por mujeres, recordó.