Rocío Oliva y Diego Armando Maradona estuvieron seis años de novios, hasta que terminaron su relación en diciembre de 2019. En el medio, hubo todo tipo de escándalos: peleas entre ellos, acusaciones fuertísimas (donde él llegó a tildarla de "ladrona"), conflictos entre las familias.
En una entrevista reciente con Gabriel Anello por Radio Mitre, Rocío no dejó nada sin contar. En primer lugar, que nunca estuvo con "el Diez" por la fama o el dinero. "Cuando te conocen, ven la realidad", aseguró.
Respecto a su relación, fue contundente: "No me arrepiento de haberme separado". Y, yendo aún más lejos, agregó: "No sé si estaba enamorada de Maradona".
La joven de 30 años anunció que está "muy bien", "conociendo a alguien" y que "no le importa la reacción" que el DT de Gimnasia pueda tener ante esta situación.
Respecto a sus nuevos proyectos en el ámbito del deporte y el periodismo, acotó: "Él no tiene ni voz ni voto en mi vida hoy. No tengo vínculo con Diego. Cada tanto hablamos. ¿Qué puedo hablar con un ex? Fue una relación tóxica a lo último, no siempre. Tuvo momentos buenos y momentos malos". En su momento, hasta se habían tatuado sus respectivos nombres.
También dio algunos detalles de la importante demanda contra Maradona, aunque nunca se hayan casado, en concepto de compensación económica por haber postergado su carrera. Es que cuando ella lo conoció, era una joven futbolista.
Su asesora legal es nada más ni nada menos que la abogada mediática "Ana Rosenfeld", apodada "el terror de los maridos". Rosenfeld es experta en este tipo de causas y ya acompañó en sus separaciones a Jimena Barón y Wanda Nara (por nombrar algunos ejemplos).
"Lo hablé con él como dos personas adultas y él me dijo que estaba bien que lo hiciera si es lo que me correspondía. (...) Quizá dijo 'haceme juicio' como subestimándome, pero yo lo voy a hacer porque es lo que me corresponde por ley", concluyó.